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Entrevista:FOTIS C. KAFATOS Director del Laboratorio Europeo de Biología Molecular

"Queremos detener la malaria actuando sobre el mosquito"

"El mosquito está tan alejado biológicamente de la mosca como el pollo de nosotros los humanos; moscas y mosquitos se separaron evolutivamente hace 200 millones de años", explica Fotis C. Kafatos. Hace 10 años, fascinado por la malaria, "una enfermedad muy seria que cada año causa un millón de muertos en el mundo", dice, decidió abordar este problema con las herramientas y los conocimientos de la revolución biológica. Desde 1993 es, además, el director general del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL), en Heidelberg (Alemania), un centro de excelencia mundial con 16 países miembros, incluida España, en el que trabajan actualmente unos 500 investigadores. Kafatos, de origen griego, visitó hace poco el Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid. Recientemente, un equipo británico con el que colabora el grupo de Kafatos anunció haber logrado el primer mosquito transgénico, un insecto fosforescente cuya utilidad es, por ahora, sencillamente identificar los animales que han incorporado genes ajenos. Pero las perspectivas de estas construcciones genéticas son muy amplias, dice Kafatos, aunque todavía parezca ciencia ficción pensar en una estirpe de mosquitos alterados genéticamente para que vacunen al picar, o luchar contra las estirpes de insectos que trasmiten la enfermedad mediante otras en las que no madura el parásito de la malaria.

Pregunta. ¿Se ha completado ya el genoma del mosquito?

Respuesta. No. Vamos paso a paso. Hemos secuenciado unos 3.000 nuevos genes del mosquito, lo que supone abrir una ventana al genoma de este insecto. Puede que esos 3.000 genes sean el 15% del total, que rondaría los 20.000 genes. Después hemos empezado a comparar esos genes con el genoma de la drosófila [la mosca del vinagre, animal modelo por excelencia en genética del desarrollo]. Nos interesa en concreto una región del genoma del mosquito en la que hay genes que determinan si el parásito de la malaria prosperará o no en el insecto.

P. ¿Cuál es la perspectiva?

R. Tratamos de comprender cómo responde el mosquito a la presencia del parásito y en este panorama utilizamos la genómica para estudiar el insecto, la interacción del parásito con él. La malaria es una de las tres enfermedades infecciosas más importantes del hombre y están implicados en ella tres organismos: el parásito, el animal huésped (el humano) y el vector de transmisión (el mosquito). Si somos capaces de interferir en el vector podríamos actuar sobre el parásito y bloquear la infección.

P. ¿Para qué sirven los mosquitos transgénicos?

R. En este enfoque decidimos desarrollar técnicas que nos permitiesen estudiar las funciones de los genes del mosquito y aquí viene la idea de los transgénicos. Tenemos una colaboración entre varios grupos europeos. Suponga que tenemos un gen que creemos que puede bloquear la transmisión del parásito, porque hay estirpes del insecto que son resistentes, que no transmiten el parásito, y otras muy susceptibles. Primero hay que comprender esos genes, descubrirlos, secuenciarlos... y con técnicas como los transgénicos podemos hacer su análisis funcional.

P. ¿Cuál es el objetivo?

R. Que todos los mosquitos detengan la proliferación del parásito. Hay varios enfoques para luchar contra la malaria. Uno es desarrollar medicamentos que bloqueen el desarrollo del parásito, otro es desarrollar mosquitos transgénicos que sean resistentes al mismo. Si lo lográsemos, podríamos hacer que ese mosquito se impusiese en la naturaleza al insecto salvaje que transmite la enfermedad.

P. ¿Cabe pensar en un mosquito modificado genéticamente para que vacune al picar?

R. Hay investigadores trabajando en esa línea. Un científico brasileño está siguiendo esta idea, que es muy interesante aunque suene a ciencia ficción por ahora. Si se lograse, habría que tomar muchas precauciones por motivos de seguridad antes de utilizarlo. Hay que tener en cuenta que esta enfermedad es devastadora en las zonas más pobres del mundo, en países que tienen un presupuesto anual para salud pública de un dólar o poco más por persona. En esas condiciones no puedes pensar en suministrar medicamentos contra la malaria a la población y hay que desarrollar nuevos enfoques.

P. ¿Por qué es tan difícil vencer esta enfermedad?

R. Porque es muy complicada. El mosquito no es como una aguja que toma sangre de un individuo e infecta directamente a otro al picarlo, sino que toma la sangre y el parásito pasa todo un ciclo de desarrollo que dura en torno a 21 días. Cabe pensar en hacer mosquitos transgéncios que mueran antes de ese plazo, y evitar así que contagien la enfermedad.

P. ¿Por qué no sencillamente matar los mosquitos?

R. Se intentó en los años cuarenta y principio de los cincuenta, luchando contra los mosquitos con DDT. Pero este compuesto es muy dañino para el medio ambiente. Hace falta una forma más inteligente que el DDT para controlar los mosquitos, algo como meterles genes para que no puedan transmitir la infección.

P. ¿Han sido necesarios diez largos años para empezar a conocer a fondo el mosquito?

R. No es mucho tiempo. El mosquito no se había estudiado y se gasta muy poco dinero en el mundo en investigar la malaria, mucho menos que en otras enfermedades, como el cáncer.

P. ¿Confía usted más en la estrategia de mosquitos transgénicos que en desarrollar una vacuna eficaz?

R. Las vacunas se intentaron hace unos años, pero ahora sabemos mucho más gracias a la genómica, de la que proceden las nuevas ideas y herramientas. No podemos permitirnos aplicar sólo una estrategia.

P. ¿Colaboran los laboratorios que persiguen diferentes enfoques?

R. Sí. Hay mucha cooperación. Unos estudian vacunas, otros la ecología del mosquito... la biología ahora es muy poderosa, pero para producir resultados valiosos hay que tener buenos grupos de investigación en unidades grandes. Por eso es importante un laboratorio como el EMBL, un organismo de puertas abiertas al que vienen científicos de los diferentes países. En biología, ahora mismo, hacen falta grupos complejos, de diferentes especialidades, trabajando juntos con nuevas tecnologías, con nuevos conceptos.

P. ¿Qué líneas de trabajo sigue el EMBL?

R. Somos un laboratorio dedicado a investigación fundamental: biología molecular, celular, del desarrollo y estructural. Tenemos científicos estudiando la vida a todos los niveles, desde la molécula individual hasta los organismos multicelulares. Esas áreas en el pasado estaban más aisladas, pero ahora estamos en la era de la genómica funcional que permite no estudiar un gen sino analizar cientos de miles de genes a la vez.

P. ¿Lleva ventaja Estados Unidos en genómica?

R. Allí la biología se ha convertido realmente en el centro de atención, no sólo de la ciencia básica sino de la economía del futuro. La industria sabe que es una base muy sólida y los presupuestos de los Institutos Nacionales de Salud se doblan en cinco años. También los japoneses están haciendo inversiones tremendas en ciencias de la vida. Sin embargo, en Europa, en los últimos dos años, se está debilitando la financiación.

P. ¿Que papel juega España?

R. España lo ha hecho muy bien en los últimos años. El desarrollo científico en general, y en biología en particular, ha sido muy bueno. Ustedes tienen científicos excelentes y estamos muy satisfechos de que trabajen en el EMBL.

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