El bálsamo de la psicología transcultural

Psicología transcultural o cultural para los españoles; etnopsiquiatría para los franceses; psiquiatría intercultural para los anglosajones... La medicina occidental empieza a adaptarse a la realidad multicultural de sus ciudades y aporta un nuevo enfoque flexible para solucionar los problemas de salud mental de una población creciente: la inmigrante. Más allá de experiencias en dispensarios específicos como el SAPPIR o de la aplicación de esta nueva disciplina por parte de profesionales de hospitales de Madrid y Sevilla, el objetivo común es que la psiquiatría transcultural sea conocida por el mayor número posible de profesionales y que la apliquen en su actividad cotidiana. Es por este motivo que universidades como la Autónoma de Madrid y la Universidad de Barcelona ofrecen a los estudiantes cursos de posgrado sobre salud mental e intervenciones psicológicas con inmigrantes y minorías. Los psiquiatras del futuro deben garantizar una buena atención al emigrante y, a la vez, la sanidad pública debe evitar, por poco recomendable y costoso, centros específicos.Luis Caballero, miembro de la sección de Psiquiatría Transcultural de la Organización Mundial de Psiquiatría, entiende que este nuevo enfoque metodológico puede servir para "que la psiquiatría occidental gane crédito, puesto que no la pone en cuestión, sino que la completa".

Mary Petevi, coordinadora del programa para la Salud Mental de los Refugiados de la Organización Mundial de la Salud, estuvo el viernes pasado en Barcelona con motivo de las III Jornadas sobre Intervenciones Psicológicas con Inmigrantes. Petevi recordó el llamamiento de la OMS a gobiernos, organizaciones e instituciones, "para que ratifiquen e implementen medidas que hagan frente a los desafíos de la inmigración, para prevenir y reducir los desórdenes mentales, los problemas de salud y el bienestar de las poblaciones forzadas a desplazarse".