"Cuando vemos lo que hacíamos, a veces tenemos que cerrar los ojos"

Antonio Isasi Isasmendi (Madrid, 1927) dirigió su primera película, Rapsodia de sangre, en 1957, obra rodada en un Bilbao que simulaba ser Budapest. Entre los años 50 y principios de los 70 y hasta su despedida, en 1988, tras El aire de un crimen, Isasi firmó como director, guionista y productor una veintena de películas, algunas de ellas protagonizadas por actores norteamericanos, lo que le convirtió entonces en el más internacional de los autores españoles. Ganador de un Goya honorífico a su carrera -en la última edición de los premios-, el cineasta recibió ayer en Bilbao el Mikeldi de honor por el mismo motivo. Isasi Isasmendi presentó Rapsodia de sangre en el Arriaga durante la inauguración del ciclo Bilbao versión original.Pregunta. Se ha emocionado cuando le han mostrado un cartel antiguo de su primera película ¿Hacía mucho que no veía una imagen de esa cinta?

Respuesta. Me ha emocionado muchísimo porque este cartel está un poco perdido en el tiempo. Hace 44 años que hice esa película y no sé cómo vivo, cómo puedo contarla porque era muy joven. Había hecho tres películas con amigos, pero esta fue la primera con presupuesto y era muy distinto.

P. ¿Qué imágenes le han quedado en su recuerdo?

R. Todas las películas producen una sensación muy especial pero esta fue la primera en la que todavía recuerdo perfectamente que hubo un vacío tremendo el día que se acabó; fue como si hubiera perdido la mitad de mi mismo.

P. ¿Por qué eligió Bilbao para reproducir la Hungría comunista de la época?

R. Rodar una película en Hungría era impensable por cuestión de presupuesto. Yo conocía Bilbao mucho y pensé que entre Barcelona, donde trabajaba, y Bilbao, podía hacer una composición de Budapest.

P. El argumento, un pianista que se niega a dar un concierto bajo el regimen comunista ¿era una crítica al franquismo?

R. Yo había concebido una película contra la violencia política. La censura me hizo mucho daño, me quito muchas cosas que eran importantes y daban la visión que yo quería dar. Fueron años muy duros.

P. Usted fue el primer director que consiguió contratar a actores norteamericanos. ¿Qué estrategia utilizaba?

R. Era un problema de dinero y de las combinaciones de coproducción; me aportaban los actores a cambio de mercados. Siempre he pensado que lo más fácil era hacer la película, lo más difícil era convencer a la gente y conseguir ser el productor ejecutivo de las películas, no tener a nadie que me mandara, y lo logré. En Las Vegas, 500 millones, que va a reponer TVE en diciembre, rizo el rizo del todo. La rodamos en España con actores nortemericanos y sucede en América. Se estrenó en Nueva York en más de 40 cines y tuvo mucho éxito en todo el mundo. Me dieron un premio al mejor director.

P. ¿Qué es lo que más ha cambiado en el cine?

R. Cuando vemos las películas que hacíamos, a veces tenemos que cerrar los ojos. El cine ha evolucionado mucho; ahora se hacen películas más relacionados con nuestra vida. Antes teníamos la censura y la falta de dinero; pasamos años terribles. Ahora el cine es una cuestión de imaginación y de dinero.