Un juez duro y justo nombrado por el presidente Clinton
El juez federal Donald M. Middlebrooks, de 53 años, fue nombrado por el presidente Bill Clinton hace tres años.
El juez federal Donald M. Middlebrooks, de 53 años, fue nombrado por el presidente Bill Clinton hace tres años. En contra de lo que argumentan los republicanos, eso no conlleva una lealtad incondicional al Partido Demócrata, porque históricamente todos los jueces federales han sido nombrados por el presidente de turno en la Casa Blanca y no por ello son injustos. Middlebrooks tiene fama de duro y justo al mismo tiempo. Hace dos años no le tembló la mano cuando falló la absolución de varios funcionarios en un caso de corrupción en el puerto de Miami, ni cuando le impuso el año pasado una multa de un millón de dólares (200 millones de pesetas) a la naviera Royal Caribbean por tirar desperdicios en las aguas del sur de Florida.
Ayer tenía en sus manos una decisión histórica, y la tomó sin contratiempos y sin temor a las críticas. Probablemente sabe que en Miami todo el mundo se conoce y él no tiene esqueletos en el armario que puedan pasear sus potenciales enemigos.
Middlebrooks no es el único protagonista familiar en la saga presidencial. El abogado que representó al tío abuelo del niño balsero Elián Gonzalez defendió ayer al Gobierno contra el que peleó en aquella ocasión. Kendall Coffey ha vuelto al Partido Demócrata, que hace años le nombró precisamente fiscal federal de todo el sur de Florida. Las ironías de la historia hicieron también que la sala en la que se debatió ayer el futuro de la presidencia de Estados Unidos fuera la misma en la que se celebró el caso Elián.
Coffey es un experto en fraudes electorales. Hace tres años logró probar la existencia de una trama de manipulación de papeletas ausentes en los comicios a la alcaldía de Miami. Los tribunales cesaron al alcalde elegido con los votos fraudulentos y lo reemplazó con el que de verdad ganó los votos del pueblo.
Papeletas 'apañadas'
Ese escándalo ha vuelto estos días a la memoria de muchos ciudadanos en el condado de Miami-Dade, después de que se encontraran dos urnas en un hotel y en una iglesia, y de que el FBI haya recibido numerosas alegaciones de papeletas apañadas, que ahora están bajo investigación.Desde el viernes, la Asociación Nacional de Gente de Color (NAACP, en sus siglas en inglés) está tomando cientos de declaraciones juradas a ciudadanos negros del condado de Miami-Dade que alegan haber sido acosados, intimidados o inducidos a votar con papeletas ya perforadas. El presidente de la organización, Kweisi Mfume, declaró que está poniendo todos los testimonios en manos de la policía. El caso es parecido entre los votantes jubilados del condado de Palm Beach, en su mayoría judíos. El batallón más grande del ejército de abogados que estos días ha aterrizado en Florida se concentra allí.
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