Piqué comparecerá por el 'caso Tireless' entre dos actos del Rey

El PSOE registró ayer su "más enérgica protesta" en la Junta de Portavoces del Congreso por la continuada falta de comparecencias de miembros del Gobierno. La alarma de los socialistas saltó ayer, de nuevo, ante la constatación de que el ministro de Exteriores, Josep Piqué, podía no comparecer tampoco el jueves de la semana que viene, como había pedido, para explicar lo que ya denominan "la crisis del Tireless". Y le exigieron que adelantase su presencia. Piqué aceptó dar esa información el miércoles, entre dos actos del Rey, algo que el PP llegó a considerar imposible por cuestiones protocolarias.

El alboroto montado ayer en la Junta de Portavoces por PSOE e IU sobre la manera que tiene el Gobierno de evitar sus obligaciones democráticas con la Cámara baja no fue nuevo pero sí un punto más intenso que en ocasiones precedentes. El portavoz socialista, Jesús Caldera, y el de IU, Felipe Alcaraz, reprocharon al Ejecutivo, al PP y también a la presidenta de la Cámara baja, Luisa Fernanda Rudi, en un tono de "seria preocupación" y cierta "indignación", que volviesen así a "cercenar y amputar" de esa forma la misión de control que la Constitución reserva al Parlamento. Y tacharon como "vergonzoso" e "inadmisible" que el debate sobre el Tireless se vaya a producir antes en el Parlamento Europeo que en el español. El PSOE aprovechó esta última polémica sobre Piqué y la desinformación ante la crisis del submarino nuclear varado en Gibraltar hace casi seis meses, para insistir en que los ministros no acuden al Parlamento y si lo hacen es tarde y mal.El ministro, ante estas críticas, se había ofrecido para acudir al Parlamento el jueves 23 de noviembre, un día en el que la agenda de la Cámara ya está colapsada de intervenciones porque se reanuda su actividad normal tras mes y medio de parón por distintas circunstancias. El PSOE presumía que las esperadas explicaciones de Piqué podían producirse finalmente esa jornada pero en un horario muy tardío o incluso aplazarse de nuevo. Y ayer exigieron que adelantase esa audiencia oficial al lunes de la semana que viene. Piqué replicó que ese día está en Bruselas.

Fuentes de la dirección del Grupo Popular justificaron estas dilaciones de Piqué en su actividad internacional y afirmaron que la sesión no se podía convocar el miércoles 22 porque existía ya programado de antemano un importante acto institucional por la mañana de homenaje al 25 aniversario de la proclamación del Rey y por la tarde una audiencia de su majestad en el palacio de la Zarzuela.

El portavoz socialista en la comisión de Exteriores, Manuel Marín, recibió en la tarde de ayer, sin embargo, la confirmación de que la comparecencia de Piqué será en cualquier caso ese miércoles 22, a las 16.00. Tanto el portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, como la presidenta de la Cámara, Luisa Fernanda Rudi, habían declinado esa posibilidad entre otras razones porque no les concedía tiempo a sus señorías para reunirse con sus cónyuges antes de presentarse en la Zarzuela.

Al margen de este conflicto, el socialista Jesús Caldera quiso recordar que el Gobierno tiene 173 comparecencias pendientes y que diez ministros sólo se han presentado una vez en este periodo de sesiones ante sus comisiones.

El PP rechazó ayer, por boca de su coordinador de comisiones, Ignacio Gil Lázaro, como un argumento "falso" del PSOE achacable a sus problemas de liderazgo que exista una política de obstrucción y sostuvo que ha sido casual que el Congreso lleve más de un mes sin preguntas de control a Aznar o interpelaciones al Gobierno. Desde el PP se explicó así la inactividad de la Cámara en ese periodo por la habitual semana inhábil, la festividad de la Almudena en la segunda, la exclusividad tradicional de otra semana para la discusión de las enmiendas parciales de presupuestos y la coincidencia del 25 aniversario de la proclamación del Rey en la cuarta.

Por otra parte, la resolución de urgencia sobre el problema del Tireless no fue aceptada ayer en el Parlamento Europeo, informa Los populares españoles propusieron al comienzo de la sesión plenaria en Estrasburgo que no se votara el jueves el texto elaborado por el Grupo Socialista Europeo y plantearon que se formule una pregunta oral a la Comisión Europea y al Consejo de la UE para mantener un debate durante la próxima sesión en diciembre. La propuesta del PPE fue aceptada.