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AULAS

La Universidad de Granada suprimirá el curso próximo los estudios de restauración artística Cientos de alumnos y profesores saldrán perjudicados si no se crea un título propio alternativo

Los alumnos y profesores de la Facultad de Bellas Artes de Granada viven una situación de incertidumbre. La renovación de los planes de estudio del segundo ciclo, aprobada el año pasado, contempla la desaparición de las especialidades de restauración pictórica y escultórica, dos de los estudios más demandados en el centro, que goza de prestigio nacional en esta enseñanza. La continuidad de los estudios está condicionada a la creación de un título propio de la Universidad, que aún no ha sido diseñado. El nuevo rector, David Aguilar, se ha comprometido a estudiar su puesta en marcha.

La supresión de las dos especialidades de restauración contemplada en la renovación de los planes de estudio se realizó con el compromiso de la Universidad de crear un nuevo título propio como alternativa. Este proyecto, según explican profesores que imparten estos estudios, está empantanado en la actualidad. Si no se pone en marcha para el próximo curso, cientos de estudiantes y una veintena de docentes se verán perjudicados.El nuevo plan de estudios mantiene sólo dos asignaturas relacionadas con la restauración de obras de arte. "Unas materias que hacen imposible la especialización", aseguran Carmen Bermúdez y Antonio Martínez, profesores del Departamento de Escultura.

Las especialidades de restauración de pintura y escultura han contado con gran aceptación desde que se creó la Facultad de Bellas Artes de Granada, la única existente en Andalucía junto a la de Sevilla. "Alrededor del 50% de los alumnos de segundo ciclo cursaban una de las dos especialidades", explica Bermúdez.

La facultad granadina cuenta además en esta enseñanza con prestigio estatal. "Aquí viene a estudiar gente de toda España, incluso de otras Universidades como las de Pontevedra, Bilbao y Sevilla, que también imparten restauración".

La incertidumbre que padece el centro la sufren especialmente los alumnos. "Se han denegado las solicitudes de matriculación en las dos especialidades porque no sabemos si se van a impartir. Y por la misma razón, estudiantes de esta facultad están pidiendo el traslado a otras Universidades donde sí podrán cursarlas", aclaran los docentes.

El prestigio de las especialidades de restauración de la facultad granadina se basa en el método práctico de aprendizaje. Los alumnos adquieren conocimientos trabajando directamente sobre obras de arte, en algunos casos de primer nivel.

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El método es sencillo. La Universidad firma convenios con obispados, cofradías, organismos oficiales, museos y particulares para restaurar sus cuadros y esculturas deterioradas. El beneficio es mutuo. Los estudiantes aprenden a restaurar sobre originales y el propietario recupera su obra a un precio muy inferior al que le cobraría una empresa privada.

La restauración de la obra se realiza siempre bajo la supervisión de los profesores, que también realizan el estudio técnico previo. "Aunque la responsabilidad es grande, nunca suelen meter la pata. Además saben que un error supone suspender la asignatura", indican los docentes.

Si las obras se restauran durante las horas de clase, sus propietarios sólo pagan los materiales de restauración. "Si tienen prisa, la Universidad puede contratar a un grupo de alumnos destacados para trabajar por horas, algo que les permite aumentar su currículo y sus ingresos".

Los alumnos de cuarto y quinto curso reciben unas 20 horas de clases prácticas semanales, la mitad de su carga lectiva, en algunos casos con obras de José Risueño o José de Mora.

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