La policía cree que Greco huyó de Palma en un barco de pesca
Guerras familiares
La fuga de Giovanni Greco, palermitano de 44 años, presunto jefe de Cosa Nostra detenido en Ibiza en 1997 y que gozaba de libertad bajo fianza de un millón de pesetas pese a estar reclamando por dos asesinatos pendientes de juicio, sigue siendo un misterio sin resolver.Un alto mando policial italiano la sentencia así: "Es sencillamente incomprensible que haya podido ocurrir. España sabía el enorme interés que teníamos en él. El caso Greco se había tratado en multitud de reuniones bilaterales. Pero si quiere que sea sincero, sospechábamos que esto podía llegar a pasar".
Los primeros datos que maneja la policía española apuntan a la hipótesis de que el mafioso italiano aprovechara la proximidad de su casa en Cala Llombarts, en el municipio de Santanyí, a 59 kilómetros de Palma de Mallorca, para huir en un pequeño barco de pesca.
Greco es un experimentado navegante y la única actividad que se le conoce en la isla son sus frecuentes salidas al mar a pescar langostas y cigalas en el barco Tomalu, propiedad de un pescador que reside en la colonia de sant Jordi. La nave amarra en el puerto de Las Salinas, a 10 kilómetros de Cala Llombarts. El miembro de Cosa Nostra tuvo una oficina de cambio de divisas en Alcudia, localidad cercana a Puerto Pollença, pero la cerró.
En esta última localidad reside Natale Rimi, de 59 años, que al igual que su amigo Greco es otro perdedor de las sanguinarias guerras familiares de Cosa Nostra. La Audiencia Nacional negó dos veces su extradición a Italia y ahora un tribunal de Palermo le acaba de absolver. Rimi enseña con orgullo su sentencia y destaca que su acusador era un arrepentido.La fuga de Giovanni Greco, condenado a 27 años de cárcel en su país por asociación mafiosa y bautizado por la prensa como el killer (asesino), ha provocado malestar y protestas de la policía italiana a sus colegas españoles. Las autoridades italianas no comprenden cómo un capo (jefe) de su importancia, perfectamente localizado y controlado por la policía española, pudo darse a la fuga con tanta facilidad. Se decretó su búsqueda el pasado 2 de agosto, a los 51 días de su primera incomparecencia judicial.
La Audiencia Nacional decretó su prisión provisional 48 días después de que dejara de comparecer en los juzgados de Manacor (Palma), donde estaba obligado a presentarse cada día a firmar.
Los juzgados de esa localidad mallorquina, cuyo decanato ostenta Victoria Pelufo, no comunicaron su incomparecencia, según señalan fuentes de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de la que dependía el mafioso.
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