La banda pierde su primer 'comando' en Madrid desde 1987
La policía sospecha que el grupo detenido iba a relevar al 'comando' que perpetró los últimos crimenes en Madrid
Golpe de suerte
El golpe asestado entre el lunes por la noche y ayer en Madrid por el Cuerpo Nacional de Policía ha sido el más importante propinado a ETA en la capital como consecuencia de una laboriosa y paciente investigación. La organización terrorista había conseguido moverse en Madrid casi con completa impunidad desde 1987. De ese año datan las últimas detenciones de etarras en la capital de España, tras el asalto por parte de los Grupos de Operaciones Especiales (GEO) de un piso en la calle del Río Ulla. El último comando Madrid que cayó con todas las consecuencias fue el integrado por José Ignacio de Juana Chaos, Esteban Esteban Nieto, Cristina Arizabalaga, Inmaculada Noble, José Antonio Troitiño Arranz y María Teresa Rojo. Todos fueron capturados cuando los GEO asaltaron el citado piso de la calle del Río Ulla, después de que la banda terrorista mantuviera una intensa campaña en Madrid, donde se cobró casi medio centenar de muertos.Desde aquella caída, ETA había logrado mantener casi intacta su infraestructura en Madrid. La policía, no obstante, localizó a finales de 1994 un piso en la calle de Orense que había sido utilizado por ETA y en el que se hallaron huellas dactilares de Ahinoa Múgika Goñi. Dos años después, en diciembre de 1996, también fue localizado un piso en la calle del Doctor Fleming de Madrid, donde los etarras, supuestamente por considerar quemada (controlada por la policía) la vivienda, abandonaron armas, munición, explosivos y abundante documentación.
Doble 'comando'
La casualidad hizo, no obstante, que otro comando etarra tuviera que salir precipitadamente de Madrid tras la alarma que causó entre los vecinos de un piso de la calle de Polibea un súbito estallido. La explosión, causada por el mal almacenamiento de un detonador de explosivos, se produjo el 12 de abril de 1997 y, para evitar males mayores, el comando Madrid de aquellas fechas decidió poner pies en polvorosa.Las llamadas de los vecinos permitieron a la policía localizar el piso de la calle de Polibea, donde supuestamente habían estado alojados Julia Moreno Macuso (detenida en Francia posteriormente), Javier Abauza Martínez, Ahinoa Mugika Goñi (ambos figuran entre los 18 terroristas más buscados) y José Antonio Olarra Guridi (quien supuestamente se ha integrado en la dirección de ETA en Francia).
Ninguno de ellos fue capturado, pero sí lo fueron dos supuestos activistas cuya nacionalidad sorprendió a las fuerzas policiales: los súbditos alemanes Renate Haike Schubert y Fritz Gari Sidmund, quienes fueron detenidos en su país de origen.
Prácticamente desde entonces las fuerzas de seguridad carecían de datos sobre la infraestructura de ETA en la capital de España, parte de la cual la banda la había conseguido mantener intacta. Tan intacta que incluso llegó a utilizarla durante la tregua para realizar seguimientos a varias personas, entre ellas el conde de Siruela, Jacobo Martínez de Irujo, hijo de la duquesa de Alba.
ETA, además, eligió Madrid para poner en práctica la ruptura de la tregua. El 21 enero mató con un coche bomba al teniente coronel del Ejército Pedro Antonio Blanco. Desde entonces, Madrid se ha visto sacudida por los coches bombas de la banda: uno en la plaza del Callao (el 12 de julio), en la calle Platerías (el ocho de agosto) y finalmente, el que mató en el cruce de la calle de Torrelaguna con la avenida de Badajoz al magistrado de la Sala Quinta de lo Militar del Tribunal Supremo José Francisco Querol Lombardero, a Jesús Escudero García, el escolta que le acompañaba, y a Armando Medina Sánchez, el chófer de su vehículo oficial, el pasado día 30.
El comando que perpetró este atentado es diferente del que ayer fue desarticulado, según reconoció el ministro del Interior, Jaime Mayor. "Este comando no había actuado aún y todo apunta a que se han evitado nuevos atentados", dijo Mayor, quien explicó: "Una hipótesis es que este comando venía a relevar al que ha actuado hasta ahora; otra hipótesis es que vinieran a complementar al comando actual".
La policía, de hecho, tenía la sospecha desde hace semanas, confirmada tras el seguimiento del actual grupo, que ETA había puesto en juego en Madrid a dos comandos diferentes, con el objetivo de dificultar las acciones policiales y, al tiempo, mantener un grupo operativo en el caso de que, como ha ocurrido ahora, cayera otro comando. El núcleo del grupo desarticulado ayer estaba formado por gente muy joven, aunque algunos con experiencia en el montaje de comandos.Ainara Esterán Ruiz, nacida el 21 de junio de 1976 en Barakaldo (Vizcaya), era una militante de Jarrai que había participado "intensamente" en actividades relacionadas con el entorno de ETA, según el historial facilitado ayer por Interior. El 27 de julio logró huir de Zaragoza cuando fueron detenidos Aitor Lorente y David Pla, con los que pensaba montar un comando en Aragón. En el piso que ocuparon los dos arrestados se hallaron unas huellas que correspondían a la de Ainara Esteran.
La también supuesta liberada (a sueldo) de ETA Nerea Garro Pérez, nacida el 18 de junio de 1974 en San Sebastián, estaba huida desde octubre de 1999. Antes se había encuadrado en un talde (grupo) legal dependiente del comando Donosti cuando este estaba bajo la dirección de Xabier García Gaztelu, del que se presume que hoy día es el máximo dirigente de ETA.
Víctor Goñi Martínez, que nació en San Sebastián el 14 de agosto de 1967, cuenta en su haber con una detención en Vitoria, el 2 de agosto de 1985, por su presunta pertenencia a la infraestructura de ETA. Menos historial tiene Asier Urretabizcaia Merino, que vio la luz el 17 de junio de 1975 en Santa Cruz de Tenerife y sobre el que Interior no ha dado ni un solo dato más.
La hipótesis de que este sea un comando Madrid de refresco y la certeza de que en la capital de España ETA cuenta con buenos informadores y algún garaje para preparar coches bomba, llevaron ayer a Mayor a advertir: "ETA seguirá actuando y llegarán aún muchos momentos duros". La teoría es que este grupo estaba confirmando información sobre objetivos que supuestamente les habrían sido facilitados por la dirección etarra en Francia. Y también se tiene el convencimiento de que ETA intentará responder a estas detenciones.
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