Felip Puig pide a Matas que negocie con Francia el trasvase del Ródano

Felip Puig, consejero de Medio Ambiente, ha remitido una carta a Jaume Matas, ministro de la misma área, en la que le pide que abra negociaciones con el Gobierno francés sobre la posibilidad de trasvasar agua del Ródano para abastecer Cataluña. La carta fue remitida el pasado jueves, el mismo día que la empresa francesa que tiene la concesión del agua anunciaba que, según sus propios estudios, es más barato abastecer Barcelona desde el Ródano que desde el Ebro.

La posición del Gobierno catalán es clara: sí al trasvase del Ebro previsto en el Plan Hidrológico Nacional, pero con modificaciones. Éstas no son baladíes: la cantidad necesaria para abastecer Cataluña no son 200 hectómetros cúbicos, como propone el plan, sino bastantes menos y pueden ser tomados de los excedentes de la concesión a los regantes. Este trasvase sería provisional, porque a largo plazo Barcelona y su área de influencia deberían abastecerse desde el Ródano y no desde el Ebro.En defensa de esta posición, Puig se ha dirigido por escrito a Jaume Matas para pedirle que entable negociaciones con el Gobierno francés sobre la posibilidad de este trasvase. Las negociaciones entre ambos gobiernos son imprescindibles al tratarse de un trasvase supranacional.

Puig remitió la carta a Matas el mismo día que la empresa que tiene la concesión del agua del Ródano (BRL) presentaba un nuevo estudio sobre los costes del trasvase. El precio del metro cúbico del agua se situaría, según ese informe, en 56 pesetas, muy poco por encima de las 52 pesetas que el PHN prevé como precio medio del agua del Ebro.

Estas cifras muestran, según el presidente de la empresa, Jean-Pierre Brunel, que el Ródano es mejor opción porque "tiene menores costes medioambientales y, además, al ser una tubería cerrada no tiene pérdidas. Las pérdidas estimadas para el trasvase del Ebro son de 20 hectómetros cúbicos, independientemente de la cantidad trasvasada, porque la conducción es al aire libre y hay evaporación y fugas".

Brunel añade que el trasvase del Ródano aportaría consenso político al envenenado debate sobre el agua en España.

Los cálculos hechos por la empresa señalan que el coste del trasvase asciende a 150.000 millones de pesetas que pueden ser amortizados a razón de 6.983 millones anuales, calculando un interés del 4% anual y un plazo de 50 años. Los dirigentes de BRL sostienen que el trasvase el Ebro tendría un coste de 167.000 millones, si la toma se hace en Tortosa (Baix Ebre), y de 130.000 millones, si se hiciera en la población de Garcia (Ribera d'Ebre).

El Gobierno catalán y la empresa concesionaria tienen intereses coincidentes en la defensa de la conveniencia del trasvase. Pero ahí terminan. Discrepan seriamente sobre la cantidad necesaria. BRL asegura que debería transportarse 350 hectómetros cúbicos, aduciendo que garantizarían suministros futuros a un aumento demográfico, pero también a una ampliación de las poblaciones suministradas. El Gobierno catalán, por su parte, defiende que basta con trasvasar 180 hectómetros cúbicos, vistas las evoluciones del consumo en los últimos años.

El trasvase del Ródano prevé la construcción de un acueducto de 320 kilómetros que discurriría entre Montpellier y la frontera francesa y desde ahí hasta la estación que tiene la empresa Aguas Ter-Llobregat en Cardedeu (Vallès Oriental). El trazado es paralelo a la autopista que va de Barcelona a Montpellier y muy similar al que seguirá la futura línea del tren de alta velocidad.

La empresa francesa ha presentado su nuevo informe económico tras las manifestaciones en Aragón y en la zona del delta, con la intención de publicitar sus virtudes e insistir en que el trasvase del Ródano no provoca rechazo político, ni social ni ecológico en Francia.