_
_
_
_

Un joven francés pide ser indemnizado por haber nacido minusválido

¿Un minusválido con graves deficiencias congénitas debe ser indemnizado por haber nacido, tras un diagnóstico erróneo del médico que atendió a su madre? Ésta es la pregunta a la que debe responder un tribunal de París, que ayer escuchó las argumentaciones de los abogados de las partes implicadas: la familia del muchacho, los médicos y el Estado. Nicolás Perruche tiene ahora 17 años. Sordo, mudo, casi ciego, afectado por una cardiopatía y por un considerable retraso mental, los padres alegan que todo eso se debe a la rubéola por la que pasó su madre durante el embarazo. La enfermedad fue diagnosticada a una hija del matrimonio Perruche cuando la niña tenía cuatro años y en el momento en que la madre había quedado encinta de su segundo hijo. Por temor al contagio, la mujer pidió un examen específico a su médico. Este último llegó a la conclusión de que la señora Perruche estaba inmunizada contra la rubéola y el embarazo siguió adelante.

Al poco de nacer, Nicolás comenzó a sufrir problemas neurológicos que un experto atribuyó a la rubéola. Esta enfermedad infecciosa y contagiosa puede provocar graves malformaciones del feto.

En nombre de su hijo, los padres de Nicolás Perruche solicitaron judicialmente una indemnización por las consecuencias derivadas de un consejo médico erróneo, que les impidió tomar una decisión -la del aborto por motivos terapéuticos- con conocimiento de causa.

En la instrucción judicial de este asunto ha quedado clara la equivocación cometida por el médico. De modo que la cuestión a dilucidar es si el hecho de nacer constituye un perjuicio; si el nacimiento y la existencia misma de Nicolás Perruche serían el perjuicio causado por el error de diagnóstico y cómo debería ser reparado ese perjuicio.

Cada una de las partes afectadas expuso ayer sus argumentos ante el tribunal. El abogado de la familia Perruche alegó "elementales razones de ética" para defender la indemnización solicitada por sus clientes. A ello se opusieron tanto el letrado que representa al médico como el abogado del Estado, que coincidieron en rechazar que se pueda atribuir al nacimiento de una persona, aunque sea con una grave minusvalía física y mental, el carácter de perjuicio merecedor de una reparación.

El representante del Estado fue más allá al decir que ese planteamiento equivaldría a defender que la muerte vale más que la vida en esas condiciones; y se preguntó si los padres estarían dispuestos a acabar con la vida del muchacho o deberían ser absueltos los que lo hicieran. La sentencia será anunciada a mediados de este mes.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_