Kursk rinde homenaje a un marino del sumergible atómico

El marinero Víktor Kuznetsov recibió ayer sepultura en el centro de Kursk, la población rusa que dio su nombre al submarino nuclear en el que Víktor perdió la vida en agosto, junto a 117 compañeros. La tragedia familiar de los Kuznetsov es mayúscula. Horas antes de la llegada de los restos del marinero, su madre, Olga, se desmayó y falleció. No pudo resistir por más tiempo. El féretro de Víktor fue transportado en una tanqueta con el ataúd cubierto por la bandera rusa (en la foto) hasta recibir sepultura en un memorial destinado a los patriotas de Rusia. Casi al mismo tiempo, el cuerpo de su madre fue conducido hasta un cementerio civil situado al sur de la ciudad. Por el momento, 12 cadáveres han sido reflotados del Kursk.