El CIS da un serio aviso a Aznar sobre las malas perspectivas económicas
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), organismo dependiente del Gobierno, le suministró ayer "muy preocupantes" noticias al Ejecutivo de José María Aznar. El barómetro mensual de encuestas que mide la temperatura política y económica del país devolvió a Aznar a épocas pasadas y en concreto situó las perspectivas de los españoles sobre el futuro inmediato de su economía en índices tan negativos como en octubre de 1996, en el inicio de la anterior legislatura: el 24,2% cree que su situación va a empeorar.
Paro
El mayor varapalo se registró, sin embargo, en el listado de las mayores preocupaciones que los consultados observan tanto para España como para ellos mismos. El sondeo revela que el terrorismo ha desbancado de golpe al paro, y de una manera abrumadora, del primer lugar como problema más citado. La serie histórica del CIS sobre los tres principales problemas que existen actualmente en España o sobre los tres que afectan personalmente a los sondeados se había suspendido en marzo de 1999 y se reanudó en el barómetro de septiembre presentado ayer. El primer lugar de ambas clasificaciones lo lleva ocupando el paro a gran distancia de los demás problemas desde 1983 cuando se comenzó esta serie. Ahora el terrorismo de ETA se ha encaramado a ese lugar. En años anteriores, cuando se formulaba esa pregunta sobre los grandes conflictos del país, los consultados citaban el paro en porcentajes que oscilaban entre el 80% y el 90%. El terrorismo, normalmente, interesaba a alrededor del 10% y llegó en alguna ocasión al 43%. Ahora el 69,9% considera el terrorismo un problema y el paro preocupa ahora al 64%.
Como ejemplo de la gravedad de este nuevo escenario, el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández, recordó ayer que el primer sondeo de estas características que se realizó tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco, edil del PP en Ermua, reflejó en octubre de 1997 que el paro era uno de los problemas del país para el 90% y el terrorismo sólo para el 35%.Fernández no ocultó tampoco su sorpresa porque en la pregunta sobre los problemas personales, los españoles hayan colocado esta vez también al terrorismo entre sus desvelos (23%), aunque más encuestados han citado más el paro (40,7%). No había sucedido nunca.
El secretario de Estado no tuvo más remedio que aceptar que la actividad etarra ha calado incluso en la temperatura política del país. Fernández culpó así a la oleada de atentados de minar en parte la credibilidad política del Gobierno. En este sentido, el sondeo refleja que los españoles ven ahora peor el momento político que en julio. En suma, que son menos los que definen el estado político del país como bueno o muy bueno (han pasado del 30% al 25,1%) y que son más los que lo catalogan como malo o muy malo (suben del 18,9% al 21,9%).
Esta misma cuestión es todavía más negativa cuando se plantea en términos económicos. El sondeo de septiembre constata que un 29,7% de los consultados observa como bueno o muy bueno el estado económico del país frente al 18,6% que lo perciben mal o muy mal. En la anterior encuesta, de hace sólo tres meses, eran 7,6 puntos más los que creían que España marchaba bien en ese ámbito y 5,2 puntos menos los pesimistas. La cuestión definitiva, sin embargo, para concluir que no vienen precisamente buenos tiempos se registra en la pregunta sobre cómo se vislumbra el futuro económico dentro de un año. La mayoría responde que igual, pero son muchos más lo que dicen que será peor (24,2%) que mejor (15,6%).
Fernández reconoció que esos índices tan negativos no se daban desde octubre de 1996, pocos meses después de que Aznar llegase a La Moncloa, y los justificó como algo "lógico y normal" tras la depreciación del euro y la subida de los carburantes. Eso sí, confesó que observaba aspectos positivos y de confianza en el Ejecutivo en que gran parte de los actuales parados opinen que en el próximo ejercicio pueden encontrar empleo. Y también se extrañó de que sólo el 14% se mostrase preocupado por la subida de las gasolinas.
Desde las filas del PSOE, su portavoz en el Congreso, Jesús Caldera, interpretó esas malas perspectivas económicas como una seria advertencia. Caldera remachó también, sobre la preocupación ante el problema del terrorismo, que los españoles estaban lanzado así una llamada de atención al Gobierno y a todos los partidos para que trabajasen unidos para derrotar a ETA.
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