El nudo de la corbata paró la metralla
El guardia de seguridad herido de gravedad como consecuencia del atentado de ETA seguía ayer ingresado en el Hospital Clínico de Barcelona, aunque los médicos subrayaron que se encuentra fuera de peligro. Raúl R. L., de 48 años, fue operado de las "importantes lesiones" sufridas y anoche su evolución era satisfactoria.La explosión también causó heridas leves a un cabo de la Guardia Urbana que se había desplazado al lugar tras ser advertido de la colocación del coche bomba. El artefacto estalló unos tres minutos antes de la hora indicada en la comunicación telefónica hecha en nombre de ETA.
Fuentes policiales explicaron que el nudo de la corbata que llevaba el agente impidió que las heridas fueran más graves, ya que detuvo la metralla e impidió que afectara al cuello del agente. Éste sintió únicamente una quemadura en el cuello y, tras ser examinado en el Clínico, pudo regresar al lugar de los hechos y aportar información de primera mano a la investigación.
El agente estaba ayer muy afectado y sufría aún temblores y problemas en el oído debido al estruendo del estallido.
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