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Pujol supo en septiembre que 9.000 millones de Trabajo fueron a centros ligados con Unió

Un militante de Unió que fue expulsado por emitir opiniones críticas con el partido denunció ante varios organismos de Bruselas y ante el propio presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, que un total de 9.000 millones de subvenciones para la formación de parados recalaron en centros vinculados a dirigentes y militantes de Unió Democràtica. El economista Josep C. Vergés compiló lo que desde su punto de vista es "un signo de corrupción" y lo detalló ante la Olaf (Organismo de Lucha Antifraude), ante la dirección del Fondo Social Europeo (FSE) y ante Pujol en septiembre pasado.

El portavoz oficial de Unió para el caso de los fondos de ocupación, Jordi Casas, manifestó ayer que estas denuncias son irrelevantes "porque son las de un particular, en este caso un expulsado del partido, y quienes las reciban aclararán el interés que tienen o cuánto tienen de verdad". Casas reiteró que el bloqueo de fondos por unos 9.500 millones de ayudas de 1999 corresponde al total que Bruselas debía pagar a Cataluña y que "los fondos que se bloquearán son los que corresponden a los tres casos de centros investigados judicialmente, que son: el caso Méndez, el caso Pallerols y el caso Movilma". Para Casas, la coincidencia del importe que establece la denuncia de Vergés con el importe que Bruselas estudia bloquear "no significa nada".Antes de que se produjera la decisión de Bruselas de bloquear cautelarmente los fondos para Cataluña del FSE, Pujol y diversas autoridades de Bruselas recibieron una lista de centros relacionados con dirigentes y militantes de Unió Democràtica. La relación incorporada a modo de denuncia llegó a la Presidencia de la Generalitat -aunque ayer fuentes de la Administración catalana ni confirmaban ni desmentían este punto- y al director de la Olaf, Franz-Hermann Brünner. La misiva fue remitida el pasado mes de septiembre. El director general del Fondo Social Europeo en Bruselas, Lluís Riera, recibió una copia del escrito en una visita al Institut d'Estudis Catalans en Barcelona, en el que el economista Vergés ocupa un cargo relevante.

La denuncia de Vergés expone que de los 9.000 millones de subvenciones relacionables con Unió, otorgadas a lo largo de varios años, un total de 2.696 millones está relacionado con personas ligadas a Josep Antoni Duran Lleida, el principal líder del partido democristiano.

Entre las firmas receptoras, figuran: la Fundación Fecea, organizadora de viajes al extranjero de Duran (626 millones de ayudas a cursos de formación); el Centro de Estudios Ocupacionales de la Mujer (642 millones), que dirige Concepció Carrera, hermana de un diputado de UDC, y que pagaba un salario a una cuñada de Duran mientras trabajaba en el partido. También aparece Acción 90 (130 millones), que depende de Maria Pau Giménez-Salinas, hermana de la magistrada Esther Giménez-Salinas, elegida a propuesta de Unió como vocal del Consejo General del Poder Judicial.

Otro capítulo de la denuncia se refiere a los receptores que se pueden relacionar con Josep Sánchez Llibre, secretario de organización de Unió Democràtica. Se trata de centros propiedad de antiguos socios suyos en actividades empresariales que ahora son empresarios de la formación de parados. Es el caso de Salvador Rovira (239 millones) y ex socio en la firma Consultores de Organizaciones Contables, y de Josep Górriz Aparicio (cerca de 500 millones en varios centros), que es socio de Sánchez Llibre en Building Catalunya y en la discoteca 759, según expone Vergés.

El denunciante vincula otro grupo de centros receptores de ayudas a la formación ocupacional con Ignasi Farreres, presidente de Unió y ex consejero de Trabajo y, por tanto, responsable del reparto de dichos fondos. Le vincula con los tres centros propiedad del empresario andorrano Fidel Pallerols (receptor de un total cercano a los 1.500 millones) y con los centros relacionados con dirigentes territoriales de Unió como Josep Enric Millo y Joan Vigatà, ambos de Girona, y Josep Descarrega, de Tarragona.

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El 80% de los dirigentes de Unió tienen relación laboral con la Generalitat, según un ex militante

La denuncia del ex militante de Unió Democràtica, Josep C. Vergés, plantea entre otras consideraciones a tener en cuenta por las autoridades de Bruselas que "el 80% de los consejeros nacionales de UDC [que son unos 340], y 33 de los 36 miembros del comité de gobierno del partido o sus familiares directos tienen relación con la Administración [de la Generalitat]".La denuncia de Vergés fue enviada en septiembre al presidente de la Generalitat, dato que no confirman los servicios oficiales del Gobierno catalán, y remitida al máximo responsable de la Olaf. Sin embargo, la denuncia a la dirección general del Fondo Social Europeo, que desempeña el catalán Lluís Riera, fue entregada aprovechando que éste pronunció una conferencia en el Institut d'Estudis Catalans. El pasado 9 de octubre, Riera explicó a los presentes en su disertación que el FSE no recibía información del Departamento de Trabajo desde muchos meses antes.

Su escrito relaciona y resume una larga lista de vinculaciones que afectan a dirigentes significativos de Unió, como Domènec Sesmilo, hombre del entorno más cercano a Duran y ex vicepresidente del Parlament de Catalunya. También figuran en el texto por su relación con centros receptores de fondos, el Centro de Estudios Europeos para la Formación de Trabajadores (CEEFT), que ha recibido un total de 643 millones de pesetas.

Lo mismo ocurre con el ex consejero de Comercio y Turismo, Lluís Alegre, a quien se relaciona con el centro CEAC, receptor de 1.900 millones de ayudas. El propietario de CEAC es Joan Antoni Martí Castro, empresario ligado a la Fundación Fecea.

El actual consejero de Trabajo, Lluís Franco, el defensor del militante de Unió, Julià Valón, y la dirigente Anna Mercadé también aparecen relacionados con centros beneficiarios de fondos oficiales.

También aparecen otros como Santiago Vallvé Borrat, ex director internacional de la Fundación Fecea, y el hombre que aparecía en un vídeo filmado por Fidel Pallerols metiéndose en el bolsillo 500.000 pesetas en metálico, Josep Gascón, asesor de la consejera de Justicia, Núria de Gispert, también del partido democristiano. También llegaron ayudas al sindicato de Unió de Treballadors, dependiente de UDC, receptor de 45 millones de subvenciones para la formación de parados.

De igual modo la relación alcanza a Dolors Llorens, ex subdirectora general de Empleo y actual directora general en el Departamento de Trabajo; los ex funcionarios del mismo departamento Bernat López Pinto o Joan Martín Toribio, ambos con responsabilidades en tiempos del consejero Ignasi Farreres, y al dimitido Lluís Gavaldà, ex director general de Empleo.

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