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2.030 trabajadores se ocuparán de la limpieza de Barcelona y sus basuras

El Palau Sant Jordi fue el lugar elegido ayer por el Ayuntamiento de Barcelona para presentar la nueva flota de vehículos que se encargará los proximos siete años de la recogida de basuras y de la limpieza viaria de la ciudad. La implantación de la nueva contrata, en la que intervendrá una plantilla de 2.030 trabajadores, plantea numerosas novedades que en muchos casos exigirán un cambio de hábitos del ciudadano. Cada barrio tendrá un sistema de recogida adaptado a sus necesidades.

El Gobierno municipal es consciente de que para conseguir los objetivos que se propone es necesario un alto grado de complicidad ciudadana. En los lugares donde ya funciona con éxito la recogida selectiva, como el paseo de Gràcia y Barnacentre, donde se ha implantado un nuevo sistema para recoger los desechos de los restaurantes y comercios, se ha visto clara la importancia de consensuar con los afectados los horarios y los procedimientos.Reducir al maximo el tiempo que las bolsas permanecen expuestas en la calle y lograr una mejora en la limpieza de la vía pública son los dos objetivos principales de la nueva etapa del servicio de recogida.

Unificar bajo las mismas empresas la recogida de basuras y la limpieza de las calles haciéndolo además en base a criterios más ecológicos que incorporan las nuevas tecnologías requerirá de las arcas municipales un desembolso global de 110.000 millones de pesetas en los próximos 7 años.

La nueva contrata representa un aumento del 15% del gasto respecto al modelo anterior y con ella el Ayuntamiento pretende acabar con la imagen de que la ciudad está sucia, algo que preocupa desde hace un tiempo a los ciudadanos, según indican las encuestas.

Las nuevas empresas concesionarias son: Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), Cespa y Urbaser. Sus presidentes, Marcelino Oreja, Joan Aminole y Lluís Jamini, acompañaron ayer en Montjuïc al alcalde Joan Clos en la presentación del nuevo parque móvil, integrado por un total de 889 vehículos.

Una parte de la flota se abastecerá de energías más ecológicas: 57 camiones funcionan con gas natural comprimido; otros 25 con gas natural licuado y 6 con electricidad. Todo ello permitirá reducir los niveles de contaminación atmosférica y acústica que ocasionan. Para la limpieza viaria se utilizará el agua de la capa freática, lo que reducirá el consumo procedente de la red.

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Desde el próximo lunes y hasta finales de marzo los viejos contenedores van a ser sustituidos por 12.000 unidades que permitirán avanzar un paso más hacia la recogida selectiva. En algunos barrios como Sant Andreu, los contenedores tedrán dos compartimentos: en uno se depositará la basura orgánica (restos de alimentos) y en el otro los desperdicios no reciclables.

A efectos de recogida la ciudad se divide en 4 zonas que se irán incorporando paulatinamente a los cambios: en la zona Norte están los distritos de Horta-Guinardó, Nou Barris y Sant Andreu. Todos ellos corresponden al área encomendada a la empresa Urbaser. En la zona Sur se ubican Sants-Montjuïc y Ciutat Vella, de los que se ocupará la empresa FCC. El Eixample y Sant Martí constituyen la zona Este. Ambos distritos son responsabilidad de Cespa. Finalmente, la zona Oeste abarca Les Corts, Sarrià-Sant Gervasi y Gràcia, de los que se ocupará FCC.

En estos momentos hay 1.500 puntos de recogida en toda la ciudad. En el nuevo sistema se ampliarán hasta 2.000, es decir, un 25% más. En los sectores de la ciudad donde la amplitud de la trama viaria lo permita se instalarán contenedores de carga lateral, con una capacidad para 3.200 litros, que sustituirán a los que actualmente se destinan al papel cartón y envases, que rápidamente quedan saturados.

También a las papeleras les llega el momento del relevo. De las 16.000 unidades instaladas en toda la ciudad, una cuarta parte se sustituirá en los dos próximos años. La gestión de las papeleras y de los servicios complementarios corre a cargo de la empresa CLD (Cooperativa de Limpieza Domiciliaria), también por un periodo de siete años.

Carles Ribas

Pacto con la ciudadanía

El nuevo sistema de recogida arranca con un alto grado de consenso. El pacto de la limpieza firmado ayer entre el Ayuntamiento, los partidos políticos de la oposición (CiU y PP), la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y una lista de gremios y asociaciones de comerciantes ilustra sobre la importancia que tiene para el Gobierno municipal concitar en esta ocasión el máximo de apoyo social.El Saló de Cent del Ayuntamiento fue el marco elegido para un acto al que se quiso dar la máxima solemnidad porque hacía visible el voto de confianza hacia la nueva contrata. No obstante, el acto tuvo algunas ausencias, como la de la asociación de vecinos de Sarrià, que interpreta la recogida directa con bolsas en determinadas horas como un paso atrás que, según dice, no va a mejorar la higiene viaria del barrio.

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