2.000 estudiantes se manifiestan frente a la sede de Educación contra la 'orden del recreo'

Unos 2.000 estudiantes se manifestaron ayer frente a la Consejería de Educación para exigir la retirada de la orden del recreo, una normativa que establece que los alumnos del segundo ciclo de la ESO (entre 14 y 16 años) sólo podrán salir en el descanso si así lo aprueba el consejo escolar de cada centro. La huelga convocada por el Sindicato de Estudiantes tuvo alguna incidencia en 200 centros de los 284 que hay en la región, según la consejería, que estimó que el 40% de los alumnos de instituto (unos 74.000 de los 184.000 que hay) no fue a clase en todo el día o faltó a partir del recreo.

Quejas

El Gobierno regional, del PP, no rectificará la normativa e insiste en la necesidad de reforzar las funciones del Consejo Escolar, un órgano que el Sindicato de Estudiantes (SE) tilda de "antidemocrático". "Los estudiantes han dado un no rotundo al cierre de puertas de los institutos", manifestó Juan Carlos Municio, secretario general del SE. Según sus cálculos, unos 5.000 alumnos participaron en la movilización y el paro afectó al 90% de los centros públicos de secundaria. Esta organización es partidaria de que los alumnos mayores de 14 años puedan salir a la calle sin más control. "Los problemas de absentismo escolar no se solucionan cerrando puertas ni convirtiendo a los profesores en policías, sino con una buena inversión pública", señaló.Los manifestantes, que iniciaron su marcha a las doce de la mañana desde Colón, airearon a gritos sus ideas por la calle de Alcalá: "Los institutos no son cárceles"; "más educación y menos represión"; "yo quiero estudiar, yo quiero estudiar, pero Villapalos no nos va a dejar"... En menos de 45 minutos habían llegado a las puertas del ministerio y de la Consejería de Educación, donde se esforzaron en una pitada de protesta. La manifestación finalizó sobre las dos de la tarde sin incidentes. Algún estudiante lanzó huevos contra la fachada de la consejería.

Los estudiantes, algunos de ellos con litronas en la mano, aprovecharon para reivindicar otras cosas sin relación con la orden del recreo. Junto a la pancarta que encabezaba la manifestación, Por una educación pública digna, no al cierre de puertas, había otras que protestaban por el previsible adelanto de las pruebas de selectividad, aunque el ministerio todavía no ha fijado fecha para que coincida en todo el país.

El director general de Centros, Amador Sánchez, restó valor a la protesta estudiantil. "¿Cuántos estudiantes ha habido en la manifestación? ¿Unos 1.200? Son los alumnos que caben en un instituto", señaló. Aun así, según sus datos, unos 74.000 alumnos (de los 184.00 que hay en los centros públicos de educación secundaria) o no fueron en todo el día a clase o se fueron antes de que acabara. Es decir, la huelga tuvo incidencias en unos 200 de los 284 centros que hay en la región.

Sánchez aseguró que, pese a las quejas de los estudiantes, seguirá vigente la orden firmada el pasado 17 de octubre por el consejero Gustavo Villapalos que establece que los alumnos del primer ciclo de la ESO (entre 12 y 14 años) no pueden salir a la calle en el recreo, que permite salir a los del segundo ciclo si así lo aprueba el consejo escolar y que insta a los centros a "adoptar las medidas pertinentes" para que puedan salir sin problemas los de bachillerato (entre 16 y 18 años) y los de ciclos formativos."El papel de los consejos escolares no es sólo importante, sino que hay que reforzarlo", manifestó Sánchez. En ellos está representada toda la comunidad escolar: los profesores, los padres, el personal de administración y servicios, el municipio y los alumnos. El SE lo tilda de "antidemocrático" porque los alumnos no tienen paridad con el resto de los miembros.

Sánchez quiso tranquilizar a los directores de los institutos situados en zonas conflictivas que habían adoptado una política de puertas cerradas antes de la normativa autonómica y que después de ella van a tener que dejar salir en el descanso a los alumnos de bachillerato o ciclos formativos. "Estudiaremos los casos singulares, porque algunos centros son difíciles y tenemos que hacer lo posible por que funcionen y estén tranquilos".

El director general de Centros Docentes de la Comunidad está convencido de que la normativa del recreo "libera" a los directores de la responsabilidad civil por lo que pueda ocurrirle a los alumnos en los descansos: "Ahora está claro lo que tienen que hacer, y la responsabilidad es del titular del centro; es decir, de la Administración".