La Marina rusa se concentra ahora en recuperar la documentación que explique el accidente del 'Kursk'

El mando de la Flota del Norte ordenó ayer por sorpresa suspender los trabajos de recuperación de los 11 cuerpos que todavía debe haber en la novena cámara del Kursk. La nueva tarea de los buzos será abrir un agujero en la tercera cámara, donde se encontraba el puesto de control de los misiles y de otros sistemas del submarino nuclear, que yace en el fondo del mar de Barents a 108 metros de profundidad. Se supone que allí se halla la mayor parte de la documentación y que los militares desean concentrarse en averiguar qué causó la explosión.Los buzos, que en total han recuperado 12 cuerpos, sellaron el agujero que habían abierto en el casco de la octava cámara, por el que entraban en el sumergible. De allí, a través de la compuerta que hay entre ésta y la novena, pasaban al compartimiento de popa donde, según la nota dejada antes de perecer por el teniente capitán Dmitri Koléshnikov, se concentraron los marineros de las cámaras sexta, séptima, octava y novena que sobrevieron en los primeros minutos.

Koléshnikov decía que, en total, en la novena cámara se habían reunido 23 tripulantes; es decir, que los rusos han decidido detener sus esfuerzos por recuperar a los 11 restantes. La explicación oficial dada por la Marina es que los buzos han hecho todo lo humanamente posible por encontrarlos, pero que ya no se puede seguir arriesgando sus vidas en los estrechos pasillos de popa.

Sólo se ha identificado el cuerpo de Koléshnikov, por lo que sus familiares pudieron llevárselo ayer a San Petersburgo, donde será enterrado mañana en el cementerio de Serafimovski. Olga, su esposa, todavía no ha recibido la carta que le escribió antes de morir, y lo más probable es que no se la den nunca.

Los fiscales militares que se encuentran investigando en estos momentos en la plataforma Regalia requisaron el documento, que, según se dijo en un principio, era una carta de despedida, a la que en el último momento había agregado unas líneas sobre la tripulación y lo que sucedía en el Kursk. Incluso se dieron detalles como el de que estaba escrita en una letra impecable y sólo las últimas líneas eran desordenadas, ya que para ese momento escribía a ciegas.

Pero ahora cuentan otra cosa: a Olga le explicaron que la carta estaba en pésimo estado y que no podía ser transportada. Además, sólo dos breves frases estarían dedicadas a ella ("Olia, te amo; no sufras"); el resto sería todo sobre lo que sucedió en el sumergible.

En cualquier caso, está claro que Koléshnikov no da ninguna pista que pueda corroborar la versión oficial (choque contra un sumergible extranjero).

Para muchos, la decisión de entrar ahora en la tercera cámara viene a confirmar que el verdadero objetivo de la operación, más que rescatar los cuerpos, es encontrar las causas del accidente.