Dirigentes de la Universidad se niegan a apoyar la Acadèmia si no reconoce la unidad lingüística

El tradicional aplec del darrer diumenge d'octubre tuvo ayer dos escenarios. Uno organizado por el PSAN en la montaña de La Patà y otro montado por el Bloc Nacionalista Valencià en la explanada del monasterio de El Puig, unos centenares de metros más abajo. El primero congregó más agentes institucionales que el segundo, pero en ambos actos los parlamentos coincidieron en señalar que el margen de confianza otorgado por los nacionalistas a la no nata Acadèmia Valenciana de la Llengua se agota. En cualquier caso, no apoyarán un organismo que no reconozca la unidad de la lengua.

El acto organizado por el Partit Socialista d'Alliberament Nacional (PSAN) fue menos multitudinario que el convocado por el Bloc, pero a él acudieron el rector de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el setabense Carles Solà; el vicerrector de Cultura de la Universidad de Valencia, Juli Peretó; el presidente de Acció Cultural, Vicent Martínez; la diputada autonómica de Esquerra Unida y recién elegida miembro del Consejo Federal de Izquierda, Dolors Pérez; y el integrante de Valencians pel Canvi y ex alcalde de Alboraia Joan Barrés.Carles Solà aseguró que la Acadèmia Valenciana de la Llengua "era importante si se quería prolongar el conflicto". El rector de la UAB calificó de "estrambótico" que un tercio de los académicos no necesiten acreditar ningún conocimiento científico del valenciano y no tuvo reparos en definir la negociación para elegir a los integrantes de la Acadèmia como "una maniobra táctica en la operación de exterminio de la cultura catalana". Solà indicó que los peores augurios con el PP se han hecho realidad y destacó que puede llegar a presidir la Acadèmia [el consejero de Educación, el popular Manuel Tarancón] quien incumple la ley de uso del valenciano.

Juli Peretó recordó que los criterios de la Universidad no fueron atendidos ni por el Consell Valencià de Cultura en su dictamen sobre el conflicto lingüístico ni en la ley de creación de la Acadèmia y calificó de "pecado original" que el ordenamiento legal no reconociese la unidad de la lengua.

El vicerrector de Cultura de la Universidad de Valencia apeló a las Normes del 32 como el verdadero pacto lingüístico de los valencianos. En su discurso, Juli Peretó afirmó: "Es inevitable que los elegidos tengan una solvencia lingüística fuera de duda y que hayan trabajado en un catalán ajeno a los barbarismos". "Se puede trabajar en el catalán de Valencia sin reconocimientos. Si hacía falta un instrumento pericial ya estaba el Institut Interuniversitari de Filología Valenciana. Si hace falta la Acadèmia hay que pedir a los partidos y los grupos parlamentarios que hagan un organismo unitarista, que reconozcan la unidad del catalán", dijo Peretó, quien añadió: "No veo otra solución. En un sentido similar se pronunciaron el resto de los parlamentos.

Por su parte, el Bloc consiguió llenar la explanada del monasterio de El Puig. Su presidente, Pere Mayor, también se refirió en su discurso al tema de la composición de la Acadèmia y junto a una llamada a la responsabilidad advirtió que no aceptarán cualquier solución. "Estamos expectantes por ver cómo acaba lo de la Acadèmia. No queremos volver a batallas del pasado. Queremos una institución basada en la ley, de lingüistas y no de políticos y de acuerdo con la Universidad", prosiguió Mayo. "Si no es así, que no cuenten con nosotros", añadió.

Mayor defendió ante los congregados la necesidad de construir un tercer espacio político de progreso y valencianista, distinto al del PP y PSOE.