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Lecciones de un atentado

No puede haber victoria completa sobre el terrorismo mientras Estados Unidos no proyecte su poder alrededor del mundo. El personal, los edificios y el material norteamericanos ofrecen demasiados objetivos, y el poderío de EE UU asegura que sus enemigos recurren a atentados dispersos antes que a una guerra abierta.(...). Tras el ataque suicida contra el buque de guerra USS Cole, se ha sugerido que no se hacen los esfuerzos necesarios para conseguir tal objetivo de reducir el peligro.(...) Críticos del Congreso han cuestionado la decisión de enviar el USS Cole a repostar a Adén en un momento de alta tensión en Oriente Medio, especialmente cuando es sabido que Yemen es un semillero de grupos islamistas radicales.

(...) Frente a estas críticas, el Pentágono mantiene que no hubo una alerta concreta sobre la existencia de un plan para atacar un barco de guerra, y que las alertas más generales son tan comunes que hacen completamente imposible actuar en todos los casos. El buque USS Cole tenía que repostar en algún puerto, y no había razón para creer que otros puertos árabes eran más seguros que el elegido. (...) Ningún barco de guerra norteamericano había sufrido un ataque de estas característica con anterioridad.

Tras la explosión de un camión bomba que mató a 19 soldados norteamericanos en Arabia Saudí, el Pentágono aprendió algunas lecciones. (...) Los 17 militares que murieron en el USS Cole no merecen menos esfuerzo para extraer algunas más de utilidad para el futuro.

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Washington, 27 de octubre

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