Beiras asegura que "está en marcha" el proceso de autodeterminación
Xosé Manuel Beiras, líder del Bloque Nacionalista Galego (BNG), señaló ayer en el seno del Congrés de Pensament de los Premis Octubre cuáles son los principales retos de su formación nacionalista. Afirmó que Galicia debe alcanzar un estatus que le permita desplegar sus potencialidades, creando desde dentro su propio tejido político, social y económico, lo que pasa por establecer una estructura con el mundo empresarial más emprendedor y con el mundo laboral a través de los sindicatos. Sólo así las aspiraciones políticas pueden funcionar a modo de "palanca para llegar a instituciones políticas soberanas". Beiras puso énfasis en que el proceso de autodeterminación en Galicia "está en marcha". Y aunque la independencia, continuó el político, no esté contemplada en la Constitución, no se "puede impedir" ese proceso asumido por el BNG y que le convierte en una amenaza y en enemigo a batir para el PP, fundamentalmente. "Y hasta hace poco también para el PSOE, ahora ya no lo sé", añadió.
En una sesión que trataba sobre el nacionalismo en la que participaron además el parlamentario europeo y secretario general de Eusko Alkartasuna, Gorka Knörr, y el catedrático de Filosofía y defensor de la autodeterminación del Quebec, Michel Seymour, Beiras no escatimó críticas a la política "neonazi" del PP ("el enemigo principal del BNG") y sus órganos de propaganda, en referencia a los medios de comunicación.
Confundir nación y estado
También Knörr insistió mucho en este aspecto por la visión distorsionada que se da sobre el pueblo vasco, una visión que uniformiza a todas las fuerzas políticas, aunque condenen la violencia y luchen contra ella. Abundó, al igual que Beiras, en la intencionada confusión entre nación y estado, y subrayó el contrasentido democrático el que "uno no pueda ser lo que quiere ser" y no pueda incluso expresar la voluntad soberana de mucha de gente de constituir una nación. Knörr se retrotajo a los orígenes del nacionalismo vasco, sin rehuir una mención a su componente racista, aunque hizo hincapié sobre todo en la lucha antifranquista del movimiento. También lamentó el modo de actuar de ETA que impide avanzar en el campo político. Seymour sintetizó en una serie de argumentos su rechazo a esa idea de que el Quebec nunca está satisfecho con la cesión de poder que consigue. Explicó que hay que distinguir el federalismo territorial y multinacional y recordó que existe una mayoría nacional francófona en Quebec, al tiempo que señalaba que Canadá pretende seguir el modelo federalista de EE UU. También aludió a la imposición de la constitución en el territorio de Quebec y de otras imposiciones gubernamentales. Semour recordó que Quebec cuenta con código civil propio y gestiona el IRPF, aunque apuntó que el federalismo asimétrico no es asumido por los canadienses.
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