El arte invade las calles y tiendas del barrio barcelonés de la Ribera hasta el domingo
Más de 70 intervenciones artísticas constituyen el programa de la primera edición de Barcelona Arte Contemporáneo (BAC), que ayer movilizó a un buen número de comercios del barrio de la Ribera que transformaron sus escaparates en pequeñas salas de arte. El BAC se prolongará hasta el próximo domingo e incluye actuaciones de disc-jockeys, performances e incluso sesiones de peinado y maquillaje gratuitas. El lema que enlaza las actividades, cuyo eje geográfico es el paseo del Born, es 2001, una fecha que evoca al futuro... o quizá anuncia el pasado.
La iniciativa del BAC nace de la constatación de una cierta crisis de las galerías de arte para dar salida a los autores emergentes. "En Barcelona existe un gran potencial creativo, el problema es que la mayoría de jóvenes artistas no tiene cabida en las salas existentes", explica Gigi Riveros, responsable de La Santa, entidad cultural organizadora de la muestra. Riveros explica: "La idea del BAC se centra en la voluntad de aprovechar recintos". Los espacios que el BAC ha incorporado a la creación artística son escaparates de tiendas del barrio, espacios públicos y alguno de los balcones de viviendas privadas de la zona, como el situado en la plaza de las Olles, que presenta Flores urbanas, del artista Bernardino Boronat. En el proyecto ha colaborado todo tipo de establecimientos, desde aquellos que están en contacto directo con la moderna creación, como podría ser el caso de Matarile, tienda especializada en lámparas de diseño desenfadado, hasta negocios de mayor tradición en la zona como Casa Calicó, dedicada a los aparejos de pesca. En esta tienda se presenta la instalación pictórica de Matteo Maggini Huevos cósmicos. En los balcones exteriores del propio local de La Santa, Pedro Silberman presenta la obra Corazón artificial.
Este paseo artístico es también una invitación al ciudadano a conocer mejor el arte contemporáneo. "Muchas veces, el mundo del arte se aleja de la gente. Esta exposición es una manera sencilla y sin complejos de impedir el divorcio entre el público y la moderna creación", explica Riveros. En la singular calle de las Mosques se presenta la instalación Los invasores del espacio exterior, obra realizada por el colectivo artístico Fundación Ultramor. "Existe una mitología en torno a los invasores del espacio exterior muy arraigada en la novela popular, el cine, el cómic y la televisión. Basándonos en esa estética, proponemos una reflexión sobre el enemigo interior que llevamos dentro", explica Sergio Mora, integrante junto a Ana García de la Fundación Ultramor. En la calle de la Vidrería, el bar El Granuja se apunta a la reflexión sobre el año 2001 con una exposición de muñecas Barbie preparadas para afrontar los retos del próximo año.
La tienda De Música combina la expresión plástica con la música. Junto a la transformación del escaparate, se ha modificado todo el espacio del establecimiento convirtiéndolo en un escenario de actuaciones en vivo. Frente a ella, la tienda de moda Anna Povo muestra la obra de Susanne Hoppner. Las finas telas de Rafa Teja Atelier presentan ahora un aditamento fotográfico. Las peluquerías de la zona tienen también un marcado protagonismo. Esta tarde, La Pelu, situada en la calle de la Argenteria, presentará la fusión músico-creativa Mestizaje 2002. Mañana, el equipo de Polo Pelo presentarà el peinado y el maquillaje de 2001. El interiorismo tampoco ha faltado a esta cita creativa y en el estudio Di8 presentan el espacio de una vivienda individual para el ciudadano de 2001.
Como prólogo a las actividades que ayer se pusieron en marcha, el BAC abrió el pasado día 4 en el Convent de Sant Agustí una exposición que reúne trabajos realizados por artistas de Suiza, país invitado en esta edición inaugural.
Todos los espacios que participan en la iniciativa tienen una señalización a pie de calle consistente en una mosca pintada en el suelo. Un plano guía permite al visitante realizar un recorrido por la exposición. Al BAC se han sumado varias galerías de la zona: Art al Rec, Metrònom, Principal Sombrerers y Noa, que bajo el título Per què la tieta va llençar el sofà d'eskai? presenta las fotografías digitales de Josep Ganyet y Quim Massana. "Se trata de una reflexión sobre la cultura de lo efímero", explican los autores.
En menor número, también participan espacios de otros puntos del distrito de Ciutat Vella, como es el caso de galerías situadas junto al Macba o establecimientos ubicados alrededor de la plaza Reial.
El primer contratiempo del BAC ha sido la destrucción de la pieza de Juan Cardosa Bienvenidos al 2001, situada en la calle de Flassaders. La obra era un autorretrato realizado en una cabina de rayos UVA.
