Polémica por la "tardanza" en abrir compuertas de presas del Ebro
Zaplana se felicita
Amainó por fin la lluvia tras cuatro días, llegó el balance de los daños y arreció la polémica por la regulación del Ebro. Protección Civil levantó las alarmas y sólo en Tarragona se mantenía el mínimo nivel de alerta por si volvía a llover. Los alcaldes del sur de Cataluña afectados por las inundaciones acusaban a las compañías eléctricas de emplear intereses "economicistas" en la gestión del agua almacenada en los pantanos al considerar que las compuertas se abrieron tarde y que el excesivo desagüe agravó los efectos del temporal."La semana pasada, la mayor parte de los pantanos catalanes estaba a media capacidad, pero hasta el pasado lunes por la tarde no desaguaron y lo hicieron con mucho volumen, de 2.200 metros cúbicos por segundo", explica el concejal de Miravet Antoni Borrell. Esa población está ya acostumbrada a los aluviones de agua, pero este último costará un mínimo de millón y medio de pesetas en arreglar caminos. La Diputación de Tarragona ha cifrado ya en 1.500 millones el coste del arreglo de las carreteras afectadas.
Los alcaldes se reunieron anoche para valorar daños y reclamar responsabilidades, especialmente a la Empresa Nacional de la Energía (Enher) por su retraso en abrir las compuertas, "cuando el martes ya sólo evacuaban 600 metros cúbicos, como si hubiera miedo a quedarse sin agua en el pantano". Un portavoz de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) rechazó las acusaciones de los alcaldes y aseguró que el domingo ya conocían las previsiones meteorológicas por lo que se decidió desaguar 2.200 metros cúbicos por segundo, "para crear un volumen de resguardo en el embalse capaz de afrontar nuevas afluencias de los ríos Alcanabre y Matarranya, crecidos por las últimas lluvias torrenciales". "Si los alcaldes se quejan por tener los campos inundados hay que recordarles que si los embalses no hubieran funcionado correctamente, tendrían las casas inundadas".
El secretario de Estado de Aguas y Costas, Pascual Fernández, dijo ayer que gracias al Sistema Automático de Información Hidrológica se han podido controlar los caudales. Añadió que como las mayores descargas se produjeron cerca del mar, las lluvias torrenciales apenas han servido para almacenar agua en los embalses.
Aunque desde la Consejería de Agricultura de la Generalitat Valenciana se aseveraba que el beneficio de las lluvias para el campo era mayor que los daños y el presidente, Eduardo Zaplana, del PP, se felicitaba por la eficacia de la política desarrollada sobre infraestructuras para evitar catástrofes, la oposición acusó al Consell de actuar de forma arbitraria y exigió una evaluación exhaustiva de los daños.La noche del martes al miércoles fue especialmente dramática para los vecinos de Moncofa, Almassora, Nules y Grau de Castellón así como de Algar de Palancia, Alfara d'Algímia y Sagunto, en Valencia. En ambas zonas fue necesario evacuar incluso de madrugada. El descenso de las lluvias evitó una evacuación masiva.
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