El Tribunal de Cuentas y la Fiscalía investigan la subasta de UMTS italiana

La tormentosa subasta de cinco licencias de telefonía móvil UMTS en Italia, que dejó en las arcas del Estado la mitad de los ingresos previstos, provocó ayer una lluvia de acciones legales. El Tribunal de Cuentas y la Fiscalía de Roma anunciaron una investigación para comprobar si la Administración ha provocado daños al erario público. Por otro lado, el Gobierno ha sancionado a Blu, el grupo que se retiró, con una multa de 340.000 millones de pesetas, valor de la fianza depositada.

Reacción de Blu

Tu Mobile, uno de los dos grupos excluidos de la subasta antes de su inicio, recurrió a un tribunal administrativo para pedir la anulación de toda la operación de venta de las licencias de UMTS. La compañía advirtió ayer de que pondrá en marcha acciones legales para "tutelar sus derechos patrimoniales", subrayando la corrección de su comportamiento en la breve puja.Los cinco vencedores de la puja, Tim, Omnitel, Wind, Andala e Ipse 2000 (éste, encabezado por Telefónica), esperan con un punto de inquietud a que los ánimos se serenen en los ambientes políticos y económicos italianos. Roberto Colaninno, número uno de Telecom Italia, que controla Tim, mostró ayer su perplejidad por el escándalo organizado y por la investigación de la Fiscalía de Roma. "No entiendo qué tiene que ver la Fiscalía. Nos hemos ajustado a la modalidad de venta que se ha decidido", dijo Colaninno, quien no aceptó que se considere poco menos que como una ganga el precio pagado por Tim por una licencia UMTS (2.138 millones de euros), el más bajo de los cinco.

El Ministerio de Comunicaciones ha anunciado que dará por concluida oficialmente hoy la subasta y todo apunta a que las licencias serán entregadas en la fecha prevista, más o menos dentro de un mes. Frente a los feroces ataques de la oposición, el Gobierno de centro-izquierda defendió ayer la escrupulosa corrección con la que se ha conducido a lo largo de toda la subasta.

El titular de Comunicaciones, Salvatore Cardinale, llegó a decir, incluso, en una comparecencia en el Senado, que el Ejecutivo "considera justo" el precio pagado por las cinco licencias. Los últimos cálculos hechos ayer por el ministro de Industria, Gianni Letta, sitúan en 31 billones de liras (casi 2,6 billones de pesetas) los ingresos obtenidos por el Tesoro con la venta de licencias UMTS, al sumar a los 2,26 billones de pesetas que pagarán los cinco consorcios victoriosos los 350.000 millones de fianza depositada por Blu, dado que el comité de ministros considera "nada ortodoxa" la conducta del grupo, que abandonó la subasta tras dos jornadas de pujas, y teme que esté preparando futuras alianzas con alguno de los ganadores.

Blu y Autostrade, su principal accionista, han iniciado ya acciones legales para recuperar el dinero. En sendos comunicados difundidos ayer, ambas firmas se agarran a la decisión del Ejecutivo de dar por válida la subasta y considerar correctos todos los pasos dados, para defender su derecho a recuperar la suma adelantada. Blu señala que su decisión de retirarse de la subasta "es lícita y responde únicamente a razones de estrategia interna y análisis del mercado".Lo cierto es que la menor recaudación obtenida con las licencias de teléfonos UMTS repercutirá doblemente en las cuentas del Estado. El Gobierno que dirige Giuliano Amato había previsto ingresar por este concepto y diversas privatizaciones más un total de casi 5,6 billones de pesetas, dinero destinado en un 90% a pagar la gigantesca deuda del Estado italiano, que asciende aún al 115% del PIB.

Por lo tanto, se verá obligado a acelerar las privatizaciones para obtener urgentemente más de dos billones de pesetas. Pero, además de no poder disminuir el monto de la deuda previsto, tendrá que hacer frente a una cuenta de intereses en torno a un billón de pesetas más alta. El ministro Letta insistió ayer en que, pese a todo, las líneas maestras de la Ley de Presupuestos de 2001 se mantendrán.

El grupo Blu sufrió ayer nuevos resquebrajamientos, que hacen pensar en una posible escisión. Vito Gamberale, consejero delegado, advirtió de que se consumará una separación si no se llega a un acuerdo societario con British Telecom. Según reveló el ministro Cardinale, fue el presidente de BT, Peter Bonfield, el que confirmó al Gobierno italiano el 15 de octubre que Blu estaba en situación de participar en la subasta.