La Ertzaintza cree que el asesinato de Casado es obra del 'comando Donosti'

La Ertzaintza trabaja con la hipótesis de que el asesinato del funcionario de prisiones Máximo Casado es obra del comando Donosti, o de activistas legales (sin ficha policial) a sus órdenes, y de que la información sobre la víctima fue facilitada por personas cercanas a ella. En la misma línea, el ministro del Interior, Jaime Mayor, considera igualmente que los asesinos de Casado contaron con información facilitada por jóvenes hasta ahora vinculados a la kale borroka (terrorismo urbano) que podrían haber dado el paso a la actividad armada.

Las hipótesis de la Ertzaintza de que el último atentado de ETA fue perpetrado por activistas desplazados desde Guipúzcoa se basa en que, actualmente, no hay indicios de que en Álava exista ningún comando de activistas liberados (a sueldo de la banda) y se tienen serias dudas sobre la posibilidad de que haya un grupo de legales en disposición de actuar. Desde que ETA dio por concluida su tregua han sido desmanteladas tres células de estas características que operaban en territorio alavés. Uno de estos comandos, el Basurde, fue desarticulado en diciembre con la captura de uno de sus miembros cuando transportaba hacia Madrid una furgoneta cargada de explosivos. Tenía en su poder información sobre la prisión de Nanclares. Otros dos grupos legales fueron detenidos en julio y agosto.Fuentes policiales no descartan que hayan podido producirse recientes incorporaciones de jóvenes radicales a las tareas de información y que incluso estén dispuestos a actuar. En consonancia con esta línea de trabajo, Mayor indicó ayer que no se puede descartar que los responsables del atentado sean "flecos del comando Donosti". Sin embargo, el ministro dijo que ni la policía ni la Guardia Civil están de momento en condiciones de explicar "qué pieza de ETA es la que ha protagonizado el asesinato de Vitoria", aunque matizó que, "por las circunstancias y el lugar, todo apunta a que ha habido una participación activa de legales".

Mayor recordó que, en los últimos tres meses, ETA ha perdido al comando Vizcaya y al Andalucía, además del aparato logístico, por lo que el comando Donosti o sus colaboradores cercanos podrían haber asumido las funciones de reclutar informadores y realizar seguimientos y atentados fuera de Guipúzcoa. "Estamos en una ofensiva terrorista de primera magnitud, parecida a la del año 92", agregó Mayor.