Socialistas y PNV suscriben en Sestao su polémico primer acuerdo local

El PSE y el PNV presentaron ayer en Sestao el primer acuerdo de ámbito municipal suscrito en esta legislatura entre ambos partidos. El pacto nace con problemas en el seno de los socialistas, puesto que es desautorizado por el alcalde sestaotarra y el secretario general de Vizcaya. El PSE de Sestao, a través de su responsable, José Luis Marcos Merino, dijo que el acuerdo "está cerrado", mientras que el alcalde, Segundo Calleja, lo calificó de "lamentable" y mostró su confianza en que sea revocado.

El acuerdo entre nacionalistas y socialistas es el primero firmado en el ámbito local en la legislatura. Los pactos municipales entre PNV y EH -que con el retorno de ETA a las armas se han ido rompiendo progresivamente- llevaron al PSE a dejar en suspenso cualquier acuerdo con los nacionalistas en los ayuntamientos.Esta estrategia comenzó a romperse hace varios meses, aunque no ha habido ninguna resolución de la ejecutiva vasca, según las fuentes consultadas. Fue en Barakaldo, donde el PSE consiguió el apoyo peneuvista a los presupuestos, aunque sin ningún documento público suscrito ni presentado. Sestao, también con alcalde socialista, ha sido el primer municipio con un acuerdo público de ambos partidos, en el que se comprometen a aprobar los presupuestos de este año, consensuar los de 2001 antes del 30 de noviembre e impulsar asuntos como la integración social, la normalización lingüística o un estatuto para la oposición.

El secretario general del comité socialista de Sestao, José Luis Marcos Merino, dijo que es un acuerdo "que garantiza la gobernabilidad" en Sestao gracias al apoyo de la coalición PNV-EA. Marcos Merino, también miembro de la ejecutiva vasca del PSE, se mostró convencido de que "todo está cerrado" y presentó un documento de la ejecutiva vizcaína, del pasado 21 de septiembre "en el que se mandata al comité local como el órgano competente para decidir sobre los pactos".

A la presentación del acuerdo no assitió ayer el primer edil, Segundo Calleja, quien desde el principio de la legislatura mantiene discrepancias con el comité local de su partido, lo que ha provocado una división en el equipo municipal: cuatro concejales más el alcalde están en un bando y los otros tres apoyan la línea del comité local. A primeros de año, el alcalde suscribió un pacto de gobierno con el PP que no llegó a ejecutarse por la oposición del comité local.

"El alcalde ha participado en las conversaciones hasta que dejó de venir", dijo Marcos Merino, quien se mostró contrariado por las declaraciones anteayer a EL PAÍS del secretario general vizcaíno, Patxi López, quien rechazó el acuerdo. "No lo entiendo, porque hay una cosa elemental que es no ir en contra de las decisiones de su comisión ejecutiva".

El alcalde calificó lo sucedido de "lamentable" y aseguró que, aunque comparte el contenido del acuerdo, "no consolida un pacto de estabilidad". Rechazó que la ejecutiva vizcaína haya autorizado al comité local la formalización de pactos. "Es lamentable que el secretario institucional Juan Llorens [a quien atribuye el documento del 21 de septiembre] se preste a estas mezquindades. Pero él sólo es un miembro de los 36 de la ejecutiva". Calleja criticó también la difusión de documentos internos y se mostró confiado en que "la resolución de este conflicto la hará el partido. Lo tiene todo documentado".