La Junta de Fiscales de Andalucía investigará la protección policial que tenía Luis Portero

La Junta de Fiscales del Tribunal Superior de Andalucía acordó ayer abrir diligencias informativas para aclarar el grado de protección con que contaba Luis Portero, el fiscal jefe asesinado por ETA en Granada el día 9. Los fiscales han encontrado una carta de Portero dirigida al jefe de Policía de Andalucía oriental, fechada el 10 de agosto, en la que pedía "un servicio de vigilancia y protección personal" que no obtuvo. Jesús Cardenal, fiscal general de Estado, visitó ayer Granada y apoyó expresamente la investigación abierta por los fiscales andaluces. El día en que ETA asesinó a Portero, fuentes policiales aseguraron que el fiscal no llevaba escolta porque había renunciado a ella, dato desmentido ayer por la Asociación de Fiscales.

Los mandos policiales respondieron el 8 de septiembre, a la vuelta de las vacaciones, la carta de Portero informándole que sería incluido dentro de un dispositivo general de seguridad y contravigilancia, pero sin aludir a ninguna medida personal. Así lo resaltan los fiscales en la nota que hicieron pública ayer tras la reunión que mantuvieron la noche antes.Portero solicitó escolta tras recibir, a comienzos de agosto, como otros altos miembros de la judicatura, y los mandos de la policía y de la Guardia Civil de Granada, un auto del Juzgado de Instrucción número 6 que advertía de que el conductor de un coche oficial había visto merodeando por la zona de estacionamiento de vehículos del tribunal a dos individuos sospechosos.

El juzgado llegó incluso a abrir diligencias que dieron lugar al escrito que fue remitido a las diferentes personalidades. Los mandos policiales, sin embargo, no concedieron al fiscal jefe una protección personal.

Tiro en la cabeza

El día del asesinato, Portero llegó a su domicilio en coche oficial pero sin protección aparente. Los terroristas aguardaban desde hacía una hora junto a la puerta del ascensor de la vivienda donde le descerrajaron un tiro en la cabeza que acabó con su vida. Los asesinos, según fuentes gubernativas, examinaron un día antes la vivienda haciéndose pasar por cuestadores de una campaña contra el cáncer.En las primeras horas después del atentado, fuentes policiales comentaron que el fiscal jefe sólo llevaba protección por la mañana, ya que la banda solía actuar preferentemente a primera hora. La fiscalía tiene adscritos para tareas ordinarias a dos policías judiciales.

Jesús Cardenal, fiscal general del Estado, se reunió ayer durante una hora en Granada con el fiscal jefe en funciones, Julio Espárrago, y respaldó la decisión de la junta de fiscales andaluces de abrir una investigación para conocer todas las circunstancias relativas a la seguridad del asesinado. Cardenal, que también visitó a la viuda, señaló que Portero no le transmitió jamás su inquietud sobre la posibilidad de que fuera objetivo de ETA. Si hubiera sido así, precisó, Cardenal, hubiera mediado para que dispusiera del dispositivo adecuado.

Cardenal dijo que su visita a Granada respondía a la inquietud que le habían mostrado los fiscales andaluces y que había acudido, como en otra ocasión lo hizo al País Vasco, para transmitir las necesidades de los representantes del ministerio público "a las autoridades competentes".

José Torres Hurtado, delegado del Gobierno en Andalucía, declaró ayer que a mediados de septiembre mantuvo una reunión con Portero en la que el fiscal jefe le confió que "se sentía tranquilo y que era consciente de los esfuerzos que Guardia Civil y Policía estaban haciendo con tantos cargos y tanta gente que puede ser motivo de atentados".

"Nunca tuvo escolta"

Por contra, José Antonio Martín-Caro, portavoz de la mayoritaria Asociación de Fiscales, puntualizó desde Madrid que la penúltima víctima de ETA "nunca tuvo escolta", a pesar de que la "máxima autoridad de la carrera fiscal tiene la misma categoría y consideración que la máxima autoridad de la carrera judicial", en referencia al presidente del tribunal andaluz, Augusto Méndez de Lugo, que sí dispone de guardaespaldas desde hace tiempo. A su juicio, la situación de Portero "llama la atención y es chocante".Para Martín-Caro existió "una diferencia de trato que podía estar justificada por razones que desconozco, y puede ser que estuviera justificada". El representante de la Asociación de Fiscales negó que Portero hubiera renunciado personalmente a disponer de guardaespaldas. Martín-Caro admitió que el fiscal jefe de Andalucía solicitó protección no porque se sintiera vigilado sino porque creyó que era una "idea de carácter general".

Por su lado, fuentes del Ministerio del Interior insistieron en que es imposible designar una escolta individual para cada uno de las personas susceptibles de ser víctimas de atentados terroristas. La Policía dispone de un sistema general de protección pero sólo concede escolta tras evaluar los riesgos personales. Sólo la suma de los concejales del PP y del PSOE multiplica la de agentes disponibles.