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LA OFENSIVA TERRORISTA

Un grupo de vecinos intenta agredir al etarra que la policía trasladó al piso franco de Sevilla

Igor Solana Matarran tuvo ayer un recibimiento de sus vecinos muy diferente del acostumbrado. La policía tuvo que esforzarse para que varias decenas de personas concentradas frente al portal de la calle de la Playa de Marbella, donde vivían los dos terroristas detenidos tras el asesinato del coronel Antonio Muñoz Cariñanos, no se tomaran la justicia por su mano. La salida de Solana del piso, escoltado por varios agentes, se vio acompañada de manotazos, golpes y empujones. El otro detenido, Harriet Iragi Gurrutxaga, permanece en el hospital Virgen del Rocío convaleciente del balazo que recibió en el hombro.

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Los nervios, la tensión y la rabia que sienten gran parte de los sevillanos tras la última serie de atentados de la organización terrorista ETA en Sevilla cristalizó ayer. Poco después del mediodía, cuando varios agentes sacaban a Solana del piso, un numeroso grupo de vecinos de la zona intentaron agredir al que había sido su vecino. Creyeron que era un estudiante de periodismo nacido en Galicia, y su indignación se tornó en violencia cuando descubrieron que en el piso escondía explosivos y no libros.Los agentes trasladaron a Solana Matarran al inmueble que supuestamente ocupaba junto Harriet Iragi Gurrutxaga. En ese piso, tal y como informó el ministro del Interior, Jaime Mayor, se ha encontrado un kilogramo de explosivo, matrículas falsas y material para fabricarlas, varias cajas repletas de documentación. Aparte de estos artefactos había piezas de menaje, todo en pares: dos camas, dos bicicletas... dos de todo.

Mayor Oreja también informó de que Iragi Gurrutxaga llegó hasta ese piso tras escapar, herido de un balazo en un hombro, del tiroteo en el que fue apresado el otro terrorista. Según el ministro, se han encontrado rastros de sangre en el piso, por lo que los investigadores creen que Iragi Gurrutxaga se refugió en el inmueble, del que salió a la desesperada horas después con la intención de robar una motocicleta para huir. El robo quedó frustrado y la policía detuvo al terrorista. Era Iragi Gurrutxaga quien llevaba encima las llaves del piso. Los agentes no penetraron en él hasta la mañana de ayer, ante la sospecha de que hubiera una bomba trampa esperándoles.

Varios pisos

El ministro del Interior destacó la movilidad de estos terroristas como "novedosa" (aunque otros miembros de ETA como José Luis Urrusolo Sistiaga o Henri Parot basaron casi todas sus acciones en este principio) y aseguró que podrían disponer de varios pisos desperdigados por toda la comunidad. De hecho, aseguró que con anterioridad los integrantes del comando Andalucía habían residido en otro piso de alquiler en Sevilla. Ese inmueble lo abandonaron sin mayor transcendencia y desde hace algún tiempo su propietario dispone de él.La policía busca desde hace algunos meses otros pisos en Málaga y en Granada. Un factor que lleva la intranquilidad a algunos expertos en la lucha antiterrorista es la poca cantidad de explosivo hallado en el piso de Sevilla. Los investigadores no descartan que el comando tenga más explosivos en algún otro lugar de alguna localidad de Andalucía.

Iragi Gurrutxaga ingresó en el hospital Vírgen del Rocío poco después de las cinco de la mañana de ayer, según fuentes del centro hospitalario. La policía lo detuvo cuatro horas antes y después lo trasladó hasta la Jefatura Superior de Policía de Sevilla, a donde llegó alrededor de las dos de la mañana el delegado del Gobierno en Andalucía, José Torres Hurtado.

Según todos los informes, el terrorista evoluciona favorablemente de su herida en el hombro derecho, de la que fue intervenido ayer, ya que el tiro le fracturó la parte superior del húmero. A pesar de su evolución positiva, los médicos consideraban ayer su estado aún como grave. El joven de 24 años perdió bastante sangre. Su estado de extrema excitación y sus acciones desesperadas -como el intento de robo de una motocicleta- pudieron incluso agravar la herida.

Los vecinos del barrio de El Cerezo de Sevilla, donde está la calle Playas de Marbella y la Plaza de Punta Umbría, no salían ayer de su estupor ante la "normalidad" de dos jóvenes que pueden estar detrás de al menos dos muertes y que intentaron otros cinco asesinatos desde el verano.

Los vecinos del portal número 2 aún están conmocionados pensando no sólo que dos chicos tan aparentemente corrientes y molientes sean unos asesinos, sino que dormían sobre kilos de explosivos. Un camarero de un bar cercano aseguró a una agencia que había reconocido a uno de los terroristas en una de las fotos que le mostraron los policías cuando, poco a poco, iban cerrando el cerco.

Por otro lado, los presuntos miembros de ETA pasarán a disposición judicial en los próximos días ante la titular del Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional, Teresa Palacios, quien esta semana está de guardia, informa Efe. El primero en declarar ante la juez Palacios será Solana, ya que Iragi fue intervenido anoche para extirparle la bala que tenía alojada en un hombro, por lo que su comparecencia podría retrasarse unos días.

Fuentes jurídicas indicaron que existen sospechas, aún no concretadas en ninguna actuación judicial, de que Solana pudo haber participado en los asesinatos del concejal del PP de Málaga José María Martín Carpena y del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero.

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