Interior atribuye a los dos etarras detenidos en Sevilla todos los atentados en Andalucía
Mayor descarta la huida de un tercer terrorista implicado en el asesinato de Muñoz Cariñanos
El ministro del Interior, Jaime Mayor, recalcó ayer que Jon Igor Solana Matarran y Harriet Iragi Gurrutxaga, los dos etarras detenidos el lunes en Sevilla cuando presuntamente acababan de asesinar al coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, están involucrados en todos los atentados cometidos por ETA en Andalucía desde el pasado mes de julio. Estos actos terroristas incluyen el asesinato del concejal del PP en Málaga José María Martín Carpena -la policía ya identificó entonces, el 15 de julio, a Solana Matarran como uno de los presuntos autores del crimen-, la bomba fallida contra el líder socialista malagueño José Asenjo, las cuatro bombas fallidas contra tres militares y un funcionario civil del Ejército del Aire destinados en Sevilla, y los asesinatos del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Luis Portero, el 9 de octubre en Granada, y del coronel médico Antonio Muñoz Cariñanos, el lunes pasado en Sevilla.Sin embargo, el ministro fue ambiguo al responder si con estas dos detenciones se puede considerar desarticulado el comando Andalucía. Fuentes de su departamento habían asegurado horas antes que, con la captura de Jon Igor Solana y de Harriet Iragi, la célula de la banda en Andalucía estaba finalmente desarbolada. Mayor se limitó a afirmar que se han encontrado pruebas que relacionan a los dos detenidos con todos aquellos atentados. Destacó así el "marcado carácter itinerante" del comando, al que atribuyó la utilización de "numerosos pisos" en la región en los últimos meses y el hecho de que los terroristas se pudieran mover por diferentes provincias de la comunidad.
Fuentes de la investigación confirmaban anoche a este periódico que ya habían sido localizados tres pisos de ETA en Sevilla -dos de ellos quemados (uno alquilado en febrero de 1999 y otro en julio del mismo año) y el más reciente, ocupado desde septiembre pasado-, uno en Málaga y otro en Granada.
Mayor sí mantuvo, en contra de las primeras informaciones procedentes de la investigación que daban por supuesto que un tercer terrorista habría conseguido huir, que el comando que asesinó a Muñoz Cariñanos lo integraban únicamente los dos detenidos. La afirmación del ministro llegaba después de que la policía decidiese levantar en la mañana de ayer el operativo desplegado durante toda la noche en busca de ese supuesto terrorista.
El ministro avaló su criterio de que en este atentado sólo participaron dos etarras con el dato de que en el piso franco registrado en la calle Playa de Marbella se encontró "todo por partida doble": dos camas, dos bicicletas..., lo que le llevó a asegurar que era habitado únicamente por los dos apresados. Mayor precisó que quizá hace unos meses el comando tuviera otra composición, "pero a fecha de hoy no hay ninguna razón para pensar en que hubiera un tercer miembro", enfatizó.
En el inmueble, según fuentes del Ministerio del Interior, se encontró un kilogramo de material explosivo, placas de matrículas y numerosa documentación. A esto habría que sumar las dos pistolas que utilizaron los terroristas en su último atentado.
Sin rastro de Palacios
En la misma línea de su discurso, Mayor descartó la posibilidad de que Gorka Palacios formara parte del comando Andalucía, a pesar de que la policía le situaba como su máximo responsable. Admitió que no se había encontrado ni una sola huella de este etarra en estos atentados, y argumentó que su fotografía había sido distribuida tras el asesinato de José María Martín Carpena porque fue el etarra más señalado por los ciudadanos que llamaron a la policía. Tanto en el asesinato de Portero como en el de Cariñanos las llamadas de testigos fueron constantes y en casi todas se aseguraba que habían visto a Palacios. El ministro aclaró que la identificación de Palacios con el comando Andalucía era sólo "una hipótesis" aportada en su momento.El reconocimiento de los terroristas es precisamente un punto bastante difícil en la lucha contra ETA, ya que los etarras suelen presentar un aspecto muy diferente al de las fotografías que distribuye la policía. De hecho, Solana Matarran no llevaba gafas en el momento de ser detenido, el lunes pasado, y lucía un pelo bastante corto en vez de la melena de la foto policial.
Fuentes cercanas a la investigación aseguran que Palacios podría actuar ahora de enlace entre terroristas asentados y las estructuras de mando de la banda, y que su misión sería la de transmitir órdenes y facilitar la intendencia. En todo caso, descartan su presencia en la comunidad andaluza.
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