El Festival de Otoño cumple 17 años con una programación cargada de figuras y alta cultura

Postura inteligente

El otoño madrileño volverá a estar marcado, como en años anteriores, por una programación escénica que es imposible encontrar en otras épocas del año. Algo para lo que la Comunidad de Madrid ha contado con 500 millones de pesetas de presupuesto.Cinco semanas en las que, además de contar con los espectáculos habituales de la cartelera madrileña, se podrán ver 19 espectáculos de teatro, 14 de música, 13 de danza y 5 de teatro musical. De estos montajes, tres son de Alemania, uno de Argentina, uno de Bélgica, dos de Brasil, dos de Canadá, tres de Cuba, uno de Dinamarca, uno de Ecuador, dos de Estados Unidos, nueve de Francia, uno de India, uno de Marruecos, uno de Países Bajos, uno de Portugal y 22 de España.

Esta decimoséptima edición del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, a pesar de tener un nuevo director al frente, el hispano-argentino de origen centroeuropeo Ariel Goldenberg, no cambia de rumbo. Más bien es una forma de consolidar por lo alto la etapa de Alicia Moreno Espert, directora de las últimas ediciones. Moreno Espert fue fichada por Alberto Ruiz-Gallardón para su nuevo Gobierno como consejera de Cultura.

Difícil tarea para Moreno: por un lado, mantener el alto nivel del que han gozado los festivales de Otoño anteriones; por otro, la de abandonar el niño recién criado por ella en brazos de otro, sobre todo teniendo en cuenta que salió triunfante como directora de esta muestra.Después de lógicas dudas, adoptó la postura más inteligente, aunque no la más cómoda. Ha llamado a uno de los hombres con más prestigio como gestor y programador de Europa, aun a riesgo de que ponga de relieve las posibles carencias de la gestión de Moreno.

Lo que está claro es que la mitad de los artistas europeos y españoles acudía, y acude, sin reservas a una llamada de Moreno Espert. La otra mitad reacciona de igual manera a una llamada de Goldenberg. El tándem, que parece funcionar, sólo puede beneficiar a los espectadores del Festival de Otoño, que ya desde este año pueden comprobar, dando un repaso a la programación, el alto nivel artístico de los espectáculos.

"El nombramiento de Goldenberg ha tenido como único y último objetivo el recuperar para España a una persona de máximo nivel en las artes escénicas en Europa y en el mundo", afirma Alicia Moreno, que pone de relieve una circunstancia a la que cada vez más se tienen que enfrentar los gestores culturales: "Hace ya tiempo que venimos observando cómo se mezclan las artes escénicas y cómo se hace cada vez más difícil separar teatro, danza, música y ópera; los creadores han roto las barreras de las disciplinas artísticas y se presentan mestizos y plurilingües; es decir, se acercan a la vida más que nunca y más cada vez".

El Festival de Otoño lo ha resuelto integrando los montajes en cuatro grandes disciplinas: teatro musical, música, danza y teatro, área ésta en la que se ha integrado el teatro ritual, los títeres y espectáculos que utilizan un soporte audiovisual.

Pero uno de los grandes hallazgos del festival, que no es nuevo de este año, aunque sí se ha dado algo más de relevancia en la presente edición, es la presencia de esta muestra en poblaciones de la Comunidad de Madrid. En total serán 29 los municipios que recibirán en la Red de Teatros de la Comunidad 13 espectáculos del mismo nivel de calidad que los que se verán en la capital.

En Madrid serán 13 espacios escénicos los que acogerán al Festival de Otoño, entre los que se encuentran los teatros Albéniz, Abadía, Círculo de Bellas Artes, Museo del Ferrocarril, Cuarta Pared, la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), la Zarzuela, el Instituto Francés, el Teatro de Madrid y el teatro Pradillo.