Milosevic colocó en fondos extranjeros cientos de millones robados en Serbia
El ex presidente yugoslavo Slobodan Milosevic y su entorno disponen de más de 100 millones de dólares (casi 20.000 millones de pesetas) colocados en fondos secretos en el extranjero, según una información del diario Bildt que cita a los servicios de espionaje alemanes. El dinero procede del saqueo de las empresas públicas, dirigidas por personas clave del grupo de poder de Milosevic, y de diversos negocios ilegales, desde el contrabando de armas al de tabaco; desde el blanqueo de dinero al comercio de estupefacientes.
"Existe una evidencia considerable de que Milosevic y su entorno estaban constituidos en una estructura de criminalidad organizada e implicados en numerosos negocios ilegales y actos criminales", asegura un informe oficial de la agencia de inteligencia alemana (BND). Este texto titulado Implicación criminal del régimen de Milosevic, sostiene que "las cuentas y fondos secretos de Milosevic, aunque muchas no son verificables individualmente, no proceden de negocios legales. La estimación mínima de la cantidad desviada por el ex presidente yugoslavo y su grupo se eleva a 100 millones de dólares, según las mismas fuentes, aunque éstas se refieren sólo a una cuenta abierta en Suiza. El nuevo presidente de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, ha puesto en marcha una campaña interna con el fin de detectar esos fondos y reclamar su devolución. Hace un año, el Tribunal Penal Intenacional para crímenes de guerra en la ex Yugoslavia procesó a Milosevic por los delitos cometidos en Kosovo. El informe del espionaje alemán y otras evidencias podrían servir de base para abrir nuevos frentes judiciales contra Milosevic, incluso en Serbia.
El imperio financiero de los Milosevic, que se extiende a su mujer Mirjiana Markovic, su hijo Marko y el hermano embajador en Moscú, habría utilizado, según las mismas fuentes, diversas vías de salida: China, Chipre (el lugar favorito de los líderes serbobosnios durante la guerra para colocar los beneficios obtenidos en el mercado negro), Grecia, Líbano y Suráfrica.
El informe nombra hasta 11 supuestos hombres de negocios pertenecientes a esa estructura criminal; hay banqueros, periodistas y altos directivos de empresas de energía, tabaco, comercio o telecomunicaciones.
El informe del BND sostiene que los puestos clave de la economía de Serbia y Yugoslavia fueron ocupados por acólitos de los Milosevic con el objetivo de abrir oportunidades de negocio para el grupo y desviar fondos al extranjero para el lucro personal.
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