La enseñanza
Escribo esta carta para manifestar mi disconformidad con la política de enseñanza llevada a cabo en este país. Nos encontramos con temarios increíblemente extensos, reducción de horarios de las asignaturas primordiales: lenguas y ciencias en virtud de créditos como bailes de salón o audiciones musicales. Profesorado y alumnado no están de acuerdo con un sistema que, pese a aumentar en dos años el periodo de educación obligatoria, ha conseguido reducir el nivel con el que los estudiantes acaban la formación. No obstante, el nivel de la universidad sigue siendo el mismo, aunque se haya rebajado el nivel de las pruebas de acceso, los estudiantes han de adquirir la formación necesaria, habiéndose reducido drásticamente el tiempo para ello. Con lo cual el bachillerato sirve simplemente para preparar a los alumnos para superar el examen de selectividad, y no para formarse con vistas al futuro.El nivel del fracaso escolar en España corrobora estos datos, aunque ello no parece importar lo más mínimo a las instituciones que no hacen más que achacar culpas a estudiantes y profesores. Probablemente si en vez de colocar en los cargos de enseñanza a políticos y gente distante del mundo académico, pusieran a los que día a día viven la enseñanza todo funcionaría mejor.- .
