Un trabajo de investigación revela la inexistencia del 'efecto Sanus' en las elecciones municipales de Alcoy

El trabajo de investigación de la alcoyana Pilar Cortés Samper, El efecto Sanus, un estudio sobre el liderazgo local, leído en la Universidad de Valencia, concluye que Josep Sanus no ocupó la alcaldía de Alcoy durante 21 años exclusivamente por su carisma personal. La continua revalidación de la alcaldía tuvo su causa en el microcosmos político de la ciudad, basado en una fuerte memoria histórica, que ha dado durante todo este tiempo su voto a la izquierda y, preferentemente, al PSPV-PSOE.La dilatada permanencia del socialista Josep Sanus en la alcaldía de Alcoy, a la que accedió en 1979, en las primeras elecciones municipales democráticas, y en la que ha permanecido hasta su dimisión el pasado mes de julio, invistió al candidato de una refulgente aura carismática que ahora se demuestra incierta. Durante todos estos años, Alcoy ha sido uno de los feudos socialistas más inexpugnables, en el que Sanus mantenía la alcaldía con mayoría absoluta pese al progresivo declive del PSPV-PSOE en el resto del territorio valenciano.

Pero esta realidad se truncó el 13 de junio de 1999, cuando la candidatura de Sanus dejó de ser la más votada en Alcoy. El objetivo de la investigación de Pilar Cortés ha sido conocer "las verdaderas dimensiones" del efecto de arrastre de Sanus, para averiguar si la causa estaba en su "talante personal" o por el contrario radicaba en "el peso específico de las siglas".

La clave de su liderazgo local, según Cortés, es "haber sabido aprovechar la coyuntura del momento político y su posición dentro del PSPV-PSOE". En este sentido, Sanus se convierte en "transfer de una pluralidad de intereses colectivos", puesto que Alcoy se convierte en una "ciudad mimada desde la Generalitat" socialista.

Cortés categoriza a Sanus como "un socialista de nómina", según el modelo del sociólogo José Félix Tezanos, "que forma parte de la oligarquía de un partido socialdemócrata", lo que justifica el control y la concentración de resortes de la organización local, hasta identificar el partido con su persona. Sin embargo, concluye, "el efecto Sanus no existe".