Tasubinsa, una empresa especial
Sin olvidar su filosofía original, Tasubinsa se ha convertido en una referencia puntera en el terreno de la subcontratación industrial de Navarra. De hecho, es ya una de las grandes empresas de la Comunidad foral, con casi 1.300 trabajadores y una facturación que supera los 2.000 millones de pesetas. Pero también es algo más: una sociedad anónima sin ánimo de lucro donde desarrollan su actividad laboral 1.100 personas que padecen deficiencias psíquicas y físicas. Una empresa normal con un motor humano especial y reconocidas certificaciones de calidad en la producción.Eso es lo que se encuentran los clientes de Talleres Auxiliares de Subcontratación Industrial Navarra (Tasubinsa) cuando encargan un trabajo a esta empresa, nacida en 1989 en virtud de un acuerdo alcanzado por la Asociación de Familiares y Amigos de Deficientes Mentales (Anfas) con el Gobierno de Navarra, que permitió dotar a los talleres de medios de gestión más propios del mundo industrial y módulos de financiación adecuados a su operatividad.
Hoy en día son ya 12 los talleres de Tasubinsa distribuidos por polígonos industriales de toda la geografía navarra. Prácticamente, ninguna persona con retraso mental que quiera y pueda desarrollarse laboralmente carece de un empleo en esta red empresarial. No hay lista de espera.
El crecimiento de Tasubinsa y el éxito de su diversificación productiva ha llevado incluso a dar entrada en sus talleres a otro colectivo con problemas de inserción: los discapacitados físicos, que en un número de 188 personas se han integrado en las tareas productivas con sus compañeros discapacitados psíquicos. De hecho, la última iniciativa laboral de Tasubinsa, el proyecto Enlace, una actividad textil para el sector de la automoción, ha dado empleo a 22 discapacitados físicos, la mayoría de ellos mujeres cuya edad (mayores de 45 años o menores de 25) era una dificultad para acceder al mercado laboral ordinario.
En la empresa, una de las cinco de Navarra que mayor porcentaje de empleo ha creado en la última década, conviven tres grandes grupos humanos: los profesionales imprescindibles para el desarrollo de la actividad; las personas con retraso mental adscritas a los centros especiales de empleo, que mantienen relación contractual con Tasubinsa y para las que se establecen criterios de productividad, calidad y polivalencia (412 personas), y las personas con retraso mental de centro ocupacional (515), que se preparan para su acceso a los centros especiales con una atención asistencial específica.
"Está comprobado que, con una formación adecuada, la gran mayoría de las personas que padecen un retraso pueden realizar una actividad laboral regular, que permite hacer frente a los retos del mercado y posibilita la viabilidad empresarial", destaca Francisco Marcén, gerente de Tasubinsa. En la actualidad, los talleres de Tasubinsa realizan, entre otras, actividades de montaje electrónico, cableado de equipos, montaje de automatismos, empaquetado y embalaje de productos, control de calidad de piezas y conjuntos, montajes para la automoción, inyección y decoración de plástico, inyección de piezas técnicas para el sector de telecomunicaciones y gama blanca, servicios de jardinería y limpieza e incluso tareas de logística.
Entre sus clientes regulares se encuentran industrias como Volkswagen Navarra, para la que se trabaja en el sistema just in time, Lucas Girling, Tecnoconfort o Ufesa, entre otras. La empresa, sin ánimo de lucro, tiene altos niveles de autofinanciación (cubre el 70% del presupuesto anual) y, aunque sigue recibiendo algo más del 20% de sus recursos de fondos públicos, va avanzando año a año hacia el equilibrio presupuestario.
María Jesús Álvarez, directora de Anfas, recuerda que en el consejo de administración de Tasubinsa hay representantes de Anfas, del propio Gobierno de Navarra, de los empresarios y de los trabajadores. Estos últimos tienen su propio comité de empresa, formado por 17 personas, catorce de ellas con retraso mental y una gran diversidad ideológica, puesto que hay delegados de UGT, CC OO, ESK-CUIS, ELA y LAB.
"Por dentro sí es una empresa especial, porque el criterio prioritario es la atención a cada persona en su faceta como empleado, que después Anfas completa con múltiples programas de apoyo en su vida diaria", subraya María Jesús Álvarez. De hecho, la unidad de ajuste personal y social, compuesta por un coordinador y dos equipos de psicólogos y trabajadores sociales, evalúan las características de cada persona y asesora a la hora de adecuar el puesto de trabajo al trabajador.
El gran crecimiento empresarial de Tasubinsa no ha provocado desarreglos. "Al contrario, al crecer e implantarse por toda Navarra garantizamos que haya un centro de trabajo cerca del domicilio de cada persona y eso es muy importante", destaca la directora de Anfas.
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