El Gobierno se da un mes de plazo para decidir si presenta los presupuestos
Quiere conocer antes la respuesta de la oposición ante las últimas propuestas del 'lehendakari'
Todos los departamentos del Ejecutivo tienen prácticamente ultimadas sus cuentas para el próximo año y el Consejo de Gobierno está en condiciones técnicas de aprobar el proyecto de Presupuestos de 2001 en las dos próximas semanas y remitirlo al Parlamento en el plazo legal, antes de que termine el mes. Sin embargo, la falta de mayoría y la inevitabilidad del adelanto electoral hace dudar al Gobierno sobre la conveniencia de iniciar el debate parlamentario de los Presupuestos.
Sin nuevas inversiones
El Gabinete de Ibarretxe (PNV-EA) se ha dado al menos un plazo de un mes antes de decidir si envía a la Cámara el proyecto presupuestario, según aseguraron fuentes del Gobierno. Todo va a depender de si la respuesta de la oposición y la sociedad las últimas propuestas lanzadas por el lehendakari aconsejan acelerar o adelantar la convocatoria de elecciones anticipadas, cuya fecha tope se sitúa en el mes de abril.La primera piedra de toque será el pleno parlamentario del martes, donde el lehendakari defenderá el cumplimiento íntegro del Estatuto y su plan de paz. El debate llega once días después de las mociones de censura que afrontó Ibarretxe. Las perspectivas para el jefe de Gobierno no son muy halagüeñas, con un PP, primera fuerza de la oposición, en un abierto y agrio enfrentamiento con el PNV y el Ejecutivo autónomo, y con un PSE beligerante en temas de pacificación pero más dialogante en cuestiones de calado social.
La gran manifestación convocada por Ibarretxe contra ETA para el sábado 21 en Bilbao, y a la que aún no han confirmado su asistencia ni populares ni socialistas, es otra de las cuestiones candentes. "El escenario está muy abierto", indicaron fuentes de la Vicepresidencia y del departamento de Hacienda, encargado de elaborar el presupuesto. "Hay un mes en que deben pasar varias cosas, que van a dibujar un escenario en el que el Gobierno se podrá inclinar hacia un lado o hacia otro a la hora de decidir si presenta el Presupuesto de 2001. A nadie se le escapa que la situación no es fácil", añadieron.
Además de los asuntos más políticos, desde el Ejecutivo también se está a la espera de conocer la receptividad de las iniciativas de marcado carácter social lanzadas por Ibarretxe durante el debate de política general. Entre estas propuestas destacan un plan de apoyo a la familia, el fomento del uso de Internet en los hogares (con un programa de ayudas para la compra de ordenadores) y la implantación a medio plazo de la renta universal, cifrada en el 75% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
"El Gobierno trabaja con la idea de que el Consejo apruebe el Presupuesto y lo envíe al Parlamento, pero no prejuzga el plazo en que lo hará porque hay algunas cuestiones que deben dilucidarse antes", insistieron desde Vicepresidencia. La situación de inestabilidad del Ejecutivo se hizo patente tras la ruptura del pacto parlamentario suscrito por EA y PNV con Euskal Herritarrok, anunciada por Ibarretxe después del asesinato por ETA del dirigente socialista Fernando Buesa y de su guardaespaldas en febrero. Dos meses después, EH dijo que sólo acudiría a la Cámara para defender los asuntos relacionados con la "construcción nacional". Desde ese momento, votó en ocasiones con el Gobierno para salvarle de una derrota y en otras no hizo nada para evitarla. El pasado ocho de septiembre, la asamblea de EH confirmó que su ausencia pasaba a ser definitiva.
Aunque la obligación del Gobierno es presentar unos presupuestos al Parlamento antes del 31 de octubre para que los grupos tengan tiempo de presentar enmiendas y las cuentas se puedan aprobar a finales de diciembre, el Ejecutivo también tiene la facultad de retrasar el plazo, como ya ocurrió en el primer año de mandato de Ibarretxe en 1998. Las elecciones se celebraron en octubre, el Gobierno se formó en enero de 1999 y, ante la imposibilidad de encontrar un aliado, se optó por prorrogar el presupuesto de 1998. Sin embargo, para el año 2000 sacó adelante uno nuevo gracias al apoyo de EH. Ahora, en el caso de que se llegue al 31 de diciembre sin presupuesto aprobado, queda automáticamente prorrogado el actual para 2001. "La hipótesis de la prórroga es factible, pero también lo es la presentación del Presupuesto", puntualizaron las fuentes de vicepresidencia.
El principal problema que plantea un presupuesto prorrogado es la imposibilidad de acometer nuevas inversiones, al quedar sujeto a los compromisos del año anterior. Pero en el caso de que se prorroguen los Presupuestos de 2000 esa dificultad sería relativa. La inclusión del programa Iniciativa Euskadi 2000Tres, que contempla inversiones de 120.000 millones en campos como el de trabajo, industria, infraestructura y tecnología hasta el año 2003, garantiza una senda de inversión pública para los tres años siguientes independientemente de que el presupuesto se prorrogue.Algunos portavoces de departamentos consultados confirmaron esta circunstancia. "Parecen presupuestos pensados para prorrogarlos. Se contemplan créditos ampliables que no se acaban en la anualidad y que pueden pasar a otros años", explicaron. Mientras se mantiene la incógnita en el Gobierno vascos, los diputados generales nacionalistas de Vizcaya y de Guipúzcoa, Josu Bergara y Román Sudupe, respectivamente, ya han anunciado que no dudarán en prorrogar sus cuentas si no encuentran ningún apoyo en la oposición para sacar adelante un nuevo presupuesto para el año 2001.
Los representantes del Gobierno y las diputaciones se reúnen mañana en el Consejo Vasco de Finanzas (CVF) para fijar las previsiones de recaudación por tributos concertados para el próximo año y determinar el reparto de recursos para atender sus necesides presupuestarias.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.