La carrera democrática
Me refiero al interesante artículo del historiador Javier Tusell, publicado en EL PAÍS del día 1, sobre la "gran depuración", en el que hace referencia a la sufrida por la carrera diplomática. Para un mayor conocimiento de tan doloroso capítulo de la historia de este cuerpo, creo útil señalar algunos otros datos que, después de cuidadosa revisión, considero fiables, con poco margen de error. Son los siguientes:Como es sabido, la mayor parte de la carrera diplomática se pronunció en los primeros meses de la guerra a favor del alzamiento. El Gobierno de la República reaccionó disolviéndola y creando una nueva, de la que declaró separados a 240 funcionarios pertenecientes a la carrera disuelta,durante 1936, a 83 en el año 1937 y a tres más con posterioridad a este último.
Las autoridades nacionalistas, por su parte, crearon sucesivamente, durante la guerra, una Comisión y un Tribunal Seleccionador, encargados de la depuración. Los "pronunciados" del Tribunal Seleccionador y los del encargado de resolver los recursos contra ellos arrojan, finalmente, las siguientes cifras: 287 diplomáticos "admitidos directamente al servicio", 43 "disponibles", 21 "jubilados" y 65 "separados". El 12 de abril de 1940 se creó un Tribunal de Revisión, encargado de dar carácter definitivo a los "pronunciados" de dicho Tribunal Seleccionador. En fallos dictados entre el 10 de junio de 1940 y el 1 de enero de 1941, el Tribunal de Revisión declaró "admitidos" a 324 diplomáticos, "separados" a 68, y "jubilados" a 8 (a uno de éstos se le concedió el reingreso en el servicio activo el año 1946), desapareciendo la sanción de "disponible". El Decreto de 28 de marzo de 1947 concedió un nuevo plazo de 30 días para solicitar la revisión de expedientes de depuración. Acogidos a él, reingresaron en la carrera diplomática, entre dicho año y 1951, 6 "jubilados" y 13 "separados". Volvieron con la misma categoría, número y años de antigüedad que tenían en el momento de dictarse la resolución sancionadora y quedaron en situación de "disponible", en la que permanecieron varios años, sin que la mayoría de ellos desempeñase posteriormente puestos de mayor responsabilidad. La excepción más destacada fue la del secretario de Embajada Antonio García Lahiguera, quien, ya ministro plenipotenciario, fue nombrado, en 1964, director general de Asuntos Consulares, puesto que desempeñó hasta 1971, año en que se jubiló, con la categoría de embajador. En los años 1972 y 1974 reingresaron otros tres "separados".
Mención especial merece el caso del embajador en Roma, Manuel Aguirre de Cárcer, quien, "separado" por el Tribunal de Revisión, reingresó, por Decreto de 10 de septiembre de 1945, con la categoría de embajador y con efecto retroactivo a la fecha de 30 de agosto de 1936. El 1 de mayo de 1947 fue nombrado delegado del Gobierno español cerca del de la República Francesa.- José Luis Pérez Ruiz. Embajador de España. Madrid.
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