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EL IMPACTO DE LA CRISIS PETROLERA

El temor a otro 'octubre negro' arrastra a la Bolsa de Madrid mientras Europa se recupera

Madrid no aprovechó ayer del todo el tirón de Wall Street. La Bolsa española sufrió una caída del 2,01%, lo que la convirtió en el único mercado en Europa que cerró con números rojos. De todas formas, la apertura al alza del mercado neoyorquino sí atemperó los ánimos en la Bolsa de Madrid, que en algunos momentos de la jornada perdía un 3,6%, el retroceso más fuerte del año. El temor a un nuevo octubre negro aparecía, finalmente, como la explicación más lógica del comportamiento de los inversores españoles, que son los que menos confianza tienen en la actual coyuntura.

El mercado de valores español redondeó ayer la que ha sido su peor semana del actual ejercicio, con una caída del 6% acumulada por el índice general de Madrid en sólo cuatro sesiones. El Ibex 35 baja el 6,86%. La pérdida de la sesión de ayer, el 2,01%, constrastó con un comportamiento positivo en el resto de los mercados, y muestra la creciente desconfianza de los inversores españoles en la actual coyuntura.Lo que comenzó siendo un problema de los valores tecnológicos debido a las caídas del mercado Nasdaq de Estados Unidos, se ha convertido en una crisis particular de la bolsa española, que pierde capacidad de reacción, sin que operadores y analistas consiguieran descifrar las claves de este comportamiento. Las grandes empresas españolas han sufrido descensos que no encajan con sus resultados ni con sus previsiones a medio plazo.

Para algunos analistas, la confirmación de la falta de control sobre los precios al consumo, con una tasa de inflación del 3,7%, sería un argumento más que suficiente para justificar la diferencia de ritmo del mercado español respecto del conjunto de la UE, incluso cuando en esta ocasión el diferencial de inflación entre España y el conjunto de la UE se ha reducido y el simple hecho de tener una tasa más alta no justifica la salida de tono de los inversores.

La falta de motivos concretos ha llevado a los operadores a señalar el miedo a un nuevo octubre negro como la causa final de la retirada de los inversores. Desde el crash de octubre de 1987, han sido numerosos los problemas que se han acumulado en torno a esas fechas, generando entre los inversores un comportamiento irracional imposible de medir.

La caída de los valores tecnológicos y de las sociedades ligadas a ellos, que estuvo en la base de esta crisis de los mercados, cesaba ayer con una serie de ajustes que llevaron al mercado Nasdaq de Estados Unidos a recuperar más del 6% en algunos momentos de la jornada. Poco antes del cierre el índice de ese mercado subía el 6,04% y la Bolsa de Nueva York recuperaba 131 puntos, el 1,31%.

Para los observadores del mercado, tampoco la nueva recaída del euro hasta los niveles previos a la intervención de los bancos centrales el pasado día 22 de septiembre, unida a la subida del precio del petróleo hasta casi 35 dólares, justifica un comportamiento que sólo se dio en la bolsa española.

La contratación de esta jornada fue de 430.355 millones de pesetas en el mercado continuo español, 2.586 millones de euros, la cifra más alta desde hace un mes y que coincidió con el anuncio del BCE de la compra de euros en el mercado. Esa cifra de negocio indica que la presión del papel ha sido abundante y que se han hecho generosos esfuerzos para absorberlo

Con la caída del 2,01% de ayer, el índice general de la Bolsa de Madrid acumula un descenso del 3,32% en el año, un dato que tampoco le diferencia demasiado de otras plazas europeas, puesto que Francfort pierde el 4,27% en el ejercicio, cifra que se ha reducido sensiblemente gracias al avance del 3,03% de esta sesión. París gana el 1,78% en el año y Londres pierde el 10,40, un dato más en línea con el descenso del 11% de la Bolsa de Nueva York o del 19% que pierde el mercado Nasdaq.

Esta inesperada andanada vendedora sobre los valores españoles ha desconcertado a los analistas, sobre todo porque no se ha centrado en valores concretos o en algún grupo específico y porque mostraba poca capacidad de recuperación incluso cuando, poco antes del cierre de la sesión, la tendencia de las bolsas europeas y de las estadounidenses despejaba completamente el terreno a corto plazo, y en las últimas semanas nadie se ha planteado periodos muy largos para su actuación en el mercado de valores español.

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