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El Gobierno responsabiliza a los capitanes de barcos del traslado de inmigrantes en bodegas

Jorge A. Rodríguez

El Gobierno descargó ayer en los capitanes de los barcos que cruzan el Estrecho la responsabilidad del traslado de inmigrantes en furgones celulares aparcados en las bodegas-garaje de los ferrys. "El trasladarlos en el espacio destinado a los vehículos, dentro de unos autobuses, o hacerlo en la cubierta del barco es una decisión que toma el capitán del transbordador", aseguró ayer Enrique Fernández-Miranda, delegado del Gobierno para la Inmigración y la Extranjería, quien insistió en que los transportes se hicieron "sin vulnerar ninguna ley", a pesar de que la normativa marítima prohíbe viajar en las bodegas.

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El delegado del Gobierno subrayó que son los capitanes los que toman esa decisión "como máximas autoridades" de sus naves y que la policía "respeta sistemáticamente" sus resoluciones. Con esta frase quiso rechazar la acusación de que ha habido "presiones de la policía" para hacer los traslados en las bodegas por motivos de seguridad o para controlar mejor a los inmigrantes. "Si los capitanes deciden ahora que hay que trasladarlos en las cubiertas, pues se hará porque siempre, sin excepción, se ha respetado lo que dicen los capitanes ", dijo.Fernández-Miranda subrayó que, a la vista de los informes que encargó sobre las condiciones en las que se conduce hasta Ceuta a los inmigrantes irregulares interceptados en las costas gaditanas, su departamento está convencido de que "no ha habido ninguna vulneración de ninguna ley ni de ningún derecho" en los traslados que, precisó, se vienen haciendo así "desde 1985, cuando entró en vigor la primera ley de Extranjería", aprobada por el primer Gobierno socialista.

Acuerdo tácito

Efectivamente, la devolución de inmigrantes se ha venido haciendo sistemáticamente en las bodegas desde ese año. Responsables de esos traslados subrayaron que no ha existido nunca una decisión expresa sino más bien "un acuerdo tácito" entre policía y capitanes de barcos. "Llevarlos esposados en cubierta es menos seguro y se corre el peligro de que salten por la borda, pero tampoco conocíamos que se incumplieran leyes, ya que en los momentos de más afluencia de la operación paso del Estrecho mucha gente viaja en las bodegas", aseguraron.Estos medios agregaron que las conduciones se hacen en las bodegas "prácticamente por costumbre" y porque "nunca ha habido ningún problema ni denuncia". Estas fuentes indicaron que los viajes se han hecho siempre en "condiciones seguras, tanto para los inmigrantes como para los policías que los acompañanan", ya que la travesía entre Algeciras y Ceuta "nunca se hace cuando las condiciones del mar son adversas".

Un portavoz de Trasmediterránea negó ayer que en sus barcos se haya efectuado algún traslado de inmigrantes encerrados en los furgones aparcados en las bodegas. "Está totalmente prohibido y aunque el capitán es la máxima autoridad en su barco tiene que cumplir la legalidad. Y ésta dice que todo el pasaje, sea quien sea, tiene que ir en las butacas, que es lo que hace Trasmediterránea", dijo. Las otras dos compañías que cubren el trayecto entre Algeciras y Ceuta reconocieron que "en ocasiones" han trasladado en los garajes de los barcos autobuses de la policía con inmigrantes dentro.

La prohibición de viajar en las bodegas o cubiertas destinadas a vehículos trata de evitar que se produzcan víctimas en caso de accidente o golpes de mar que provoquen desplazamientos de la carga. La Autoridad Portuaria de Algeciras subrayó ayer que en el accidente del pasado 16 de julio, cuando murió un pasajero que iba en la zona de butacas al chocar dos barcos en el Estrecho, "prácticamente la mitad de los coches que iban en las bodegas sufrieron daños, algunos de importancia", por lo que el siniestro habría sido "aún más grave si alguien del pasaje hubiera estado dentro de los coches".

La Dirección General de la Marina Mercante -dependiente del Ministerio de Fomento y encargada de velar por la seguridad marítima a través de las capitanías de Marina- corroboró ayer las declaraciones de Fernández-Miranda. Fuentes de ese organismo indicaron que la regla 20-3 del capítulo II.1 del acuerdo SOLAS, (Convenio Internacional para la Seguridad de la Vida Humana en el Mar), denominada "acceso a las cubiertas para vehículos", establece que "en todos los buques de pasaje de transbordo rodado, el capitán oficial designado se cerciorará de que, sin que ellos den su conformidad expresa, no se permitirá a ningún pasajero el acceso a las cubiertas para vehículos cerrados cuando el buque esté navegando".

Tampoco hay coincidencia general sobre esta norma. La Asociación Pro Derechos Humanos, que ayer denunció a las navieras y a representantes del Gobierno en Cádiz por consentir este sistema de viaje, arguyó que la permanencia en las bodegas del pasaje durante la travesía "está totalmente prohibida", entre otros motivos, "porque la normativa dice que esas bodegas tienen que estar cerradas herméticamente" para minimizar el riesgo de hundimiento en caso de accidente.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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