La Junta paraliza al Ayuntamiento de Cádiz las obras junto a la catedral vieja
La Delegación de Cultura de la Junta en Cádiz ordenó ayer la inmediata paralización de las obras de derribo de los edificios anejos a la catedral vieja, un templo con elementos del siglo XVI declarado Bien de Interés Cultural. El municipio no dispone de la autorización de la Delegación ni del informe favorable preceptivo de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico. El Ayuntamiento admite que no posee aún la autorización necesaria, aunque justifica su actuación por el nulo valor patrimonial de los elementos a demoler.
El Ayuntamiento de Cádiz, a través del programa Urban, que actúa en los barrios de El Pópulo y Santa María, inició las obras de derribo la pasada semana, con el primer martillazo simbólico a cargo de la alcaldesa, Teófila Martínez. Con el objeto de despejar el templo de edificios construidos en la década de los cincuenta y sin valor artístico o histórico alguno, los técnicos del plan han previsto la demolición de las viviendas, ya vacías, del párroco y del coadjutor, así como el derribo de la nave que ha servido de escuela taller. En cualquier caso, las obras comenzaron sin los permisos pertinentes. El director del Urban, José Ángel González, aceptó ayer que el municipio carece de estos requisitos. "No hemos atentado contra el patrimonio, sólo, en todo caso, contra el buen entendimiento de las administraciones", admitió ayer González, quien, por otra parte considera que el informe de los técnicos para solicitar el permiso es "de una claridad absoluta" con respecto al escaso valor de las construcciones.
La delegada de Cultura, Josefa Caro, recordó que el informe "es preceptivo e imprescindible" para autorizar una actuación de este tipo. Cultura no parece cuestionar la actuación global, aunque exige que se estudie un resto de muralla que conecta con el teatro romano y que está situado en la base de los edificios. "Los técnicos habían considerado que hay que estudiar con detenimiento ese aspecto, porque la tipología de la piedra demuestra que no es contemporánea y no hay que olvidar que se actúa en un entorno de bien de interés cultural", dijo Caro, quien añadió: "No podemos hurtarle la historia a Cádiz". El arquitecto director del Urban asegura que la demolición no afectará, en ningún caso, a los restos de la muralla.
González cree que existe "una simple diferencia de criterios" y califica de "cordiales" las relaciones entre ambas administraciones. El equipo técnico del Urban dice poseer "pruebas fehacientes y documentadas" sobre el nulo valor de "los arrimos que impiden la vista de la catedral".
Con anterioridad, el Ayuntamiento y Cultura han mantenido contenciosos similares. Cultura paralizó obras municipales en el Fuerte de Cortadura y en el barrio de El Pópulo, mientras el municipio impidió judicialmente la construcción de una linterna en la cúpula de la Catedral Nueva.
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