París amenaza a Mónaco con poner fin a su condición de "paraíso fiscal"
Dos ministerios franceses -el de Economía y Finanzas y el de Justicia- han redactado informes dirigidos al primer ministro, Lionel Jospin, en los que critican a las autoridades monegascas por falta de colaboración en materia "aduanera, fiscal, financiera, judicial y represiva". Cuestiones como "el blanqueo de capitales" no logran ser presentadas por Mónaco de manera "transparente". La irritación de París, ya desvelada por un informe parlamentario presentado en junio, se funda en la convicción de que el Principado "es un territorio tolerante con el blanqueo de dinero" a pesar de estar "bajo protección francesa". Para Jospin y su Gobierno, que han cuestionado la honestidad de las prácticas de instituciones radicadas en Liechenstein, Luxemburgo o las islas anglo-normandas, Mónaco es algo así como la viga en el propio ojo.
Lo cierto es que resulta difícil explicarse el atractivo monegasco sólo a partir de su casino y de sus playas. El principado cuenta con 30.000 habitantes pero con 340.109 cuentas corrientes. El 61% de los titulares no residen en Montecarlo. En su reducida superficie se encuentran 49 bancos, siendo los más importantes por el montante de los depósitos la suiza Banque Gothard, filial de la francesa Paribas y la británica Barclays.
Las autoridades del principado han desmentido "la menor tolerancia en asuntos de blanqueo de dinero". Pero el Gobierno francés es tajante: "En el caso de no lograrse un acuerdo rápido sobre las medidas necesarias y su calendario de aplicación, el gobierno propondrá al Parlamento medidas legislativas que pongan fin a semejantes situaciones [en Mónaco]".
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