El presidente de Firestone dimite por el escándalo de los neumáticos defectuosos

Una víctima de despacho, en esta ocasión. El presidente y director ejecutivo de la compañía, Masatoshi Ono, tuvo que dejar el cargo, un día después de declarar durante siete horas ante un juez, con motivo de una de las muchas demandas civiles planteadas contra Firestone en los tribunales estadounidenses. Ono es sustituido por John Lampe, hasta ahora vicepresidente. El Congreso de Estados Unidos estima que uno de los modelos que fabrica Firestone, el que equipa el todoterreno Ford Explorer, puede haber causado un mínimo de 101 muertes.

La investigación parlamentaria se abrió hace un mes, paralela a las demandas civiles. Las acciones de la empresa han perdido casi la mitad de su valor desde el 9 de agosto, cuando Firestone anunció que retiraría del mercado, en una carísima operación de sustituciones gratuitas, 6,5 millones de sus neumáticos. Y las ventas han caído en picado. La situación de Ono era insostenible. De hecho, algunos analistas consideran que la corporación japonesa Bridgestone, propietaria de Firestone, tendrá que emprender una reestructuración muy profunda, que quizá incluya un cambio en el nombre de los productos, para salvar a la histórica compañía.

La sustitución de Ono fue anunciada en Nashville (Tenessee), donde Firestone tiene su cuartel general. Ono pidió públicamente perdón a quienes habían sufrido "pérdidas personales" por los productos defectuosos y lamentó los "trágicos accidentes" ocurridos a causa de la tendencia de los neumáticos a reventar cuando circulan a altas velocidades.

Veterano

El nuevo director ejecutivo, John Lampe, un veterano de la compañía que ha trabajado en numerosos países, España entre ellos, se ha caracterizado durante las últimas semanas por desplegar una estrategia defensiva basada en el ataque a Ford. Según Lampe, que no niega los defectos de fabricación del neumático, la principal responsabilidad recae en el Ford Explorer. Pruebas realizadas por The Washington Post parecen darle razón. Según los resultados de esas pruebas, publicados el lunes, el Explorer tiene cuatro veces más tendencia a volcar que otros vehículos similares, cuando sus neumáticos sufren un desgarro. El presidente de Ford, Jacques Nasser, y el entonces vicepresidente de Firestone, Jack Lampe, se enfrentaron de forma muy áspera hace semanas durante una comparecencia conjunta ante el Comité de Comercio del Senado.

Lampe sugirió a los senadores que investigaran "la interacción entre el neumático y el vehículo". Nasser, malhumorado, respondió que el problema era "de neumáticos, no de vehículos". El presidente de Bridgestone, Yoichiro Kaizaki, que compareció también ante el Comité de Comercio, indicó que el asunto había asestado "un golpe casi fatal" a Firestone. Añadió que él no había sabido de los problemas hasta mayo de este año, a pesar de que las primeras denuncias comenzaron en 1998.

Las investigaciones de distintos comités parlamentarios han demostrado que gran parte de los accidentes relacionados con los neumáticos han ocurrido en vehículos de Ford, sobre todo el Explorer, un todoterreno de uso familiar. Ford negó desde el principio que sus automóviles tuvieran defectos. Simultáneamente, empezó a negociar con otros proveedores, como Goodyear o Michelin.

El enfrentamiento entre Ford y Firestone supone el divorcio de una pareja antiquísima. Los fundadores de ambas empresas eran grandes amigos, y su amistad se convirtió en parentesco cuando los nietos de ambos se unieron en matrimonio. Los vehículos Ford han utilizado neumáticos Firestone durante más de un siglo.