El Gobierno tranquiliza a CiU al asegurarle que negociará el traspaso de los impuestos especiales

Convergència i Unió (CiU) rebajó ayer notablemente el tono de sus críticas contra el Partido Popular después de diversos contactos entre dirigentes de ambos partidos. Así, el ministro para las Administraciones Públicas, Jesús Posada, transmitió al portavoz de CiU en el Congreso, Xavier Trias, la voluntad del Gobierno de incorporar el traspaso de una parte de los impuestos especiales a las comunidades autónomas en las negociaciones del nuevo sistema de financiación. El portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas, se mostró más conciliador con el PP y descartó una posible ruptura.

Aunque las relaciones entre los nacionalistas catalanes y el Gobierno central no atraviesan uno de sus mejores momentos, tampoco se vislumbra un divorcio a corto plazo, a pesar del acoso al que CiU se ve sometida por parte de los conservadores. Tras un lunes marcado por reuniones extraordinarias de los dirigentes de la coalición y por una cascada de críticas contra el PP y serias advertencias de represalias políticas, las aguas volvieron ayer a su cauce. CiU reclamó diálogo, y ayer lo obtuvo.Trias habló ayer con tres ministros, Jesús Posada, responsable para las Administraciones Públicas; Rodrigo Rato, de Economía, y Cristóbal Montoro, de Hacienda. Fuentes nacionalistas informaron de que Posada se disculpó por las informaciones aparecidas el pasado domingo en el sentido de que el Gobierno central se oponía al traspaso a las comunidades autónomas de la recaudación y gestión de los impuestos especiales. Asimismo, los dirigentes del PP se reafirmaron en que la negociación no se iniciará hasta principios del próximo año y que la voluntad del Ejecutivo es conseguir el más amplio respaldo posible de todas las fuerzas políticas.

A pesar de las conciliadoras palabras del Gobierno, fuentes de CiU precisaron que la coalición se mantendrá expectante ante las maniobras de los populares. "Ya estamos acostumbrados a las buenas palabras y después, con el tiempo, nada de nada", comentó un diputado del grupo parlamentario, quien añadió que aunque el ambiente entre ambos partidos se "ha enrarecido, la negociación en otros asuntos marcha por buen camino". De momento, las mismas fuentes descartaron que en los próximos días se produzca una entrevista al más alto nivel entre el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el de la Generalitat, Jordi Pujol.

En similares términos se expresó ayer el consejero portavoz del Gobierno catalán, Artur Mas, quien destacó el buen clima de diálogo en la negociación de los Presupuestos Generales para el próximo año, la Ley de Extranjería y la Ley del Suelo.

No obstante, Mas se reafirmó en que la Generalitat solicitará al Gobierno central que clarifique en el mínimo plazo posible su propuesta de financiación autonómica para el próximo quinquenio y apostó por mantener con el PP unas relaciones fluidas. El consejero suavizó las críticas lanzadas el lunes por el dirigente democristiano Josep Antoni Duran Lleida, aunque precisó que asiente en otros aspectos. "Comparto lo que dijo Duran: las relaciones no son fáciles, pero se hacen esfuerzos para que no se tenga que romper. Queremos ver si los grandes objetivos de la legislatura [financiación y autogobierno] tienen un avance significativo, porque de no ser así, no tendría sentido una relación fluida con el Gobierno", afirmó en conferencia de prensa.

Los nacionalistas no han puesto una fecha límite al PP, aunque un buen termómetro de la situación serán las negociaciones de las próximas iniciativas parlamentarias de los conseravadores, entre ellas las leyes del Suelo y de Extranjería.

Mejora de los recursos

Rodrigo Rato también insistió ayer en restar trancendencia a la situación. Al ser preguntado sobre la opinión de CiU en relación con la financiación autonómica, Rato declaró que el actual sistema está vigente hasta 2001 y, por tanto, "tenemos tiempo suficiente para que con los diálogos fluidos que se mantienen entre el Gobierno y la Generalitat se llegue a acuerdos en beneficio de los ciudadanos de Cataluña y de toda España".Rato agregó que no cree que se esté "ni mucho menos" en un momento en el que las negociaciones se vayan a cerrar y mostró su interés en "entender y compartir si es posible las posiciones que mantenga no sólo un determinado Gobierno, sino el conjunto de todas las comunidades autónomas de régimen común". En este sentido, explicó que tiene interés en "proponer una mejora, si es posible, del actual sistema", que, a su juicio, "en cualquier caso ya ha sido muy beneficiosa para las autonomías desde el punto de vista de la financiación, autogobierno, corresponsabilidad fiscal y solidaridad".