_
_
_
_
_
LA OFENSIVA TERRORISTA

La banda escribió los nombres de tres de los etarras muertos en Bilbao en las bombas contra los militares

ETA pretendía rendir en Sevilla un macabro homenaje a los cuatro etarras que murieron en agosto pasado en Bilbao al estallarles la bomba que transportaban en un coche. Al menos dos de los tres artefactos colocados en coches de militares de Sevilla llevaban escrito el nombre de dos de los activistas fallecidos. La fiambrera que el brigada Manuel Velázquez transportó de Sevilla a Chipiona llevaba escrita a mano la palabra "Urko", en referencia a Urko Gerrikagoitia, mientras que en la bomba localizada ayer por un subteniente en su coche figuraba la palabra "Zigor", nombre de pila de Zigor Arambarri, también fallecido en la explosión de Bolueta, según fuentes de la lucha antiterrorista.Las fuentes consultadas han indicado que la bomba hallada el sábado en un vehículo militar aparcado en el almacén de Intendencia de la Capitanía General de Sevilla, que fue explosionada sobre las dos de la madrugada del domingo, podría llevar escrito "Ekain", nombre de Ekain Ruiz Ibarguren, también fallecido el 7 de agosto en el barrio bilbaíno de Bolueta. Sobre este extremo se tienen más dudas, ya que sólo se ha podido localizar un trozo de fiambrera con la letra K escrita. "El artefacto quedó totalmente destruido y la recuperación de restos se hizo de noche, lo que ha hecho muy difícil localizar más", indicaron fuentes conocedoras de los hechos.

Más información
La policía desactiva otro artefacto en el coche de un subteniente del Ejército en Sevilla

El nombre de Urko fue claramente leído por el brigada Velázquez cuando extrajo la fiambrera de debajo de su asiento, aunque en principio no identificó la inscripción con un nombre propio. La palabra Zigor pudo ser leída con toda claridad por los artificieros que ayer lograron desactivar intacta la bomba escondida bajo el asiento del coche del subteniente.

El hecho de que hayan sido colocadas tres bombas con tres nombres hace sospechar que los terroristas se reservan una cuarta explosión para homenajear al cuarto fallecido del comando Vizcaya: Patxi Rementeria. Por ello, las medidas de protección fueron reforzadas el domingo en Sevilla, donde se dotó de escolta a todos los concejales de la capital andaluza.

Los nombres estaban escritos a mano con rotulador en las fiambreras de plástico en las que la banda había colocado los explosivos. Los investigadores están convencidos de que los tres artefactos fueron colocados entre la noche del miércoles y el jueves pasados, ya que ninguno de los militares había tocado su coche desde el jueves.

Los automóviles estaban aparcados prácticamente en el mismo barrio y separados entre sí unos 500 metros. La zona, plagada de viviendas de militares, es un área de Sevilla habitualmente trabajada por delincuentes que se dedican al robo en el interior de vehículos. Éste es el motivo por el que presumiblemente los terroristas optaron por abrir los vehículos e introducir las fiambreras bajo el asiento del conductor, ya que todos los militares de España han sido advertidos para que revisen minuciosamente los bajos de sus coches.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_