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La Caixa muestra en Cádiz sus mejores fondos de grabado

Vanguardias

"No soy un grabador ni un pintor, sino alguien que intenta expresarse por todos los medios". La frase se atribuye a Joan Miró y da sentido a la exposición Grabados: la huella del artista, que fue inaugurada el pasado miércoles en los claustros del Palacio Provincial de Cádiz. Se trata de una amplia colección procedente de los fondos de arte de la Fundación La Caixa que, según sus responsables, "sale por primera y quizá única vez de Cataluña" y en la que figuran algunos de los más destacados cultivadores de esta disciplina en la segunda mitad del siglo XX español.

Quince años atrás, La Caixa empezó a adquirir un patrimonio pictórico contemporáneo que, como se pensó entonces, quedaría manco sin una buena aportación de grabados. En ese momento, recurrieron a la editorial catalana Polígrafa, poseedora de una importante reserva de trabajos de pintores españoles desde los años sesenta a nuestros días. Fruto de ese contacto es la muestra que se exhibe actualmente, abriendo un abanico de tendencias tan amplio como representativo, a pesar del razonable predominio de autores catalanes. Desde las litografías coloristas de Joan Miró a los collages geométricos de Miquel Navarro, el más joven de los seleccionados, sobrevuela en todos, de un modo u otro, el espíritu de quien muchos consideran el mejor grabador de todos los tiempos: Francisco de Goya.

En total, son 14 autores y 98 piezas para cubrir una época de ismos y vanguardias. Las técnicas empleadas van de la litografía a los aguafuertes, del buril a la punta de acero, el ácido nítrico y las planchas. En el plano estrictamente creativo, el visitante pasará de los poemas visuales de Joan Brossa al realismo de Darío Villalba, sin olvidar la austeridad formal de Rafael Canogar, la sutil abstracción de Antonio Saura o la voluntad experimental de dos antonis, Tàpies y Clavé. Gerardo Rueda, Eduardo Chillida, Lucio Muñoz, Josep Guinovart, Ferrán García Sevilla y Joan Hernández Pijuán completan la lista de invitados.

Para la comisaria de la muestra, Anna Palomo, estas obras denotan el "compromiso con la contemporaneidad" que tiene la entidad a la que representa, al tiempo que supone "una reivindicación del grabado como algo más que una simple forma de reproducción fácil para los artistas. Por el contrario, en todos los casos, es una tarea que está a la altura del resto de su producción. El propio Chillida empezó haciendo grabados y sigue siendo una faceta muy presente en su obra".

Por otra parte, la técnica del grabado "viene a desmitificar la soledad del artista, ya que en la mayoría de los casos necesita de la asistencia de un maestro artesano", añade Palomo. La muestra permanecerá abierta al público hasta el próximo 5 de noviembre.

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