La Unión Europea ha impedido cinco grandes fusiones en el último año

El poder de la autoridad de la Competencia de la Unión Europea (UE) es bien conocido por las grandes compañías internacionales de todos los sectores. Sólo en los últimos 12 meses, el comisario de la Competencia, Mario Monti, ha impedido cinco grandes fusiones. La presión que Bruselas ejerce sobre las fusiones se incrementa con la acción conjunta que hace con las autoridades norteamericanas para evitar operaciones que lleven a una posición dominante.

El caso EMI-Time Warner ha sido sólo el último de los grandes proyectos frustrados, si bien la dirección general de la Competencia ha sometido a investigación centenares de iniciativas. El ejemplo más reciente del poder de presión de Bruselas es el intento del gigante norteamericano en el sector informático Microsoft para controlar la operadora británica de televisión por cable Telewest.Microsoft decidió el pasado 7 de julio ceder después de que las concesiones que presentara a la Comisión Europea para obtener la luz verde a la operación no convencieron a los servicios de Mario Monti. La compañía líder en el mercado del software decidió limitar su inversión al 23,7% en Telewest y renunciar a su vínculo con Liberti Media para salvar la operación.

Al igual que en el caso EMI-Time Warner, la Comisión Europea estaba decidida a echar abajo el proyecto de fusión entre Microsoft y Telewest. El peligro de que Mario Monti acabara interrumpiendo el proyecto estaba bien reciente. El 28 de junio, Bruselas decidió prohibir la fusión de los dos gigantes norteamericanos en el sector de las telecomunicaciones, MCI / WorldCom y Sprint, ante el temor de que se creara una compañía con posición dominante en el mercado mundial de acceso y de suministro de información a través de Internet.

Monti ha demostrado tener pocas contemplaciones incluso cuando se trata de investigar a macroempresas con mercados en todo el mundo, de forma que, con las reglas de la competencia en la mano, no ha dudado en actuar cuando ha detectado que alguna operación puede tener efectos negativos sobre el espacio económico europeo.

Especialmente las concentraciones en el sector de las telecomunicaciones y las ligadas a la nueva economía están bajo la atenta vigilancia de la Comisión Europea, siempre en estrecha colaboración con Washington. Pero la autoridad de la competencia europea no deja de lado el control en otros sectores, también en Europa. El pasado mes de marzo, el comisario Monti vetó la adquisición por parte de Volvo de su rival sueca Scania.

A la lista de operaciones prohibidas por la Comisión Europea recientemente hay que añadir la concentración entre los tour operadores Airtours y First Choice en septiembre del año pasado, la alianza en el sector de la televisión entre Bertelsmann, Kirch y Premier en mayo de 1998 y entre Deutsche Telekom y Beta Research en el sector de las telecomunicaciones.

En los archivos de la Comisión Europea también hay otros casos abiertos como la fusión de Time Warner con America On Line, la mayor alianza por las cifras que se mueven (22,37 billones de pesetas).

La Comisión Europea ha modificado recientemente los procedimientos para investigar este tipo de operaciones para centrarse en las de mayor dimensión y evitar que en el último minuto las grandes compañías puedan presentar ofertas que retrasen los procedimientos de decisión. Los procedimientos son precisos. Sólo en casos muy excepcionales Bruselas está dispuesta a estudiar concesiones expirado el plazo si verdaderamente "no deja lugar a sombra alguna", como afirmó un portavoz. "Queremos evitar negociaciones de último minuto, lo reiteramos continuamente y las compañías lo saben", precisó.

En otras ocasiones, como ocurrió ayer, los protagonistas prefieren adelantarse y evitar problemas. Fue también el caso del proyecto español de Cablevisión.