Las obras alteran el tráfico en las principales vías de Barcelona
Barcelona no para, al menos, en lo que a obras se refiere. Se fue de vacaciones con las calles reventadas y se ha reincorporado sin que se hayan cerrado: cables, túneles y metros son las causas principales. Las restricciones de tráfico que originan son notables, pero apenas representan un prólogo de lo que se le viene encima a la ciudad para los próximos meses. Vías como las rondas, la Gran Via y la Diagonal notan día a día las restricciones de tráfico.
Una decena de obras son las que más afectan a los nervios de los automovilistas. Obras que se realizan tanto en la periferia de la ciudad como en sus puntos más centrales. - Calle de Pelai. La vía que une la plaza de la Universitat con la de Catalunya se halla abierta en canal para su reestructuración completa. Se trata de una calle que se ha visto modificada en sus usos tras la apertura de la zona comercial del Triangle y la desaparición de la gasolinera que estaba en la confluencia con la ronda de la Universitat. Estaba previsto que las obras terminaran el 31 de octubre, pero la aparición de restos de la vieja muralla de Barcelona las ha retrasado. No hay fecha concreta para su final.
- Salida del túnel de Mitre. Obra emblemática de la nueva etapa, que trata de corregir los desaguisados de la cobertura de la ronda del Mig frente al viejo campo del Espanyol. Se halla muy atrasada y no tiene fecha fija de terminación. La reforma de María Cristina se halla conectada con esta obra. La intención inicial era que estuviera acabada al inicio del curso, pero muestra un evidente retraso.
- Calle de Dante Alighieri. En esta avenida de la zona de Horta se está procediendo, de forma simultánea, a la reurbanización completa y a la instalación del cable. La fecha prevista para el final de estas obras es el mes de abril del año 2001.
- Ronda de Dalt. Una de las principales vías de circunvalación de la ciudad se halla en estos momentos afectada parcialmente en tres puntos, todos ellos relacionados con la construcción de nuevos tramos del metro. El primero comprende el trecho entre la ronda de la Guineueta Vella y la plaza de Karl Marx. El segundo tramo es el que va desde el paseo de Valldaura, junto a la calle de Salses, hasta la calle de Hedilla. El tercer y último tramo es el que se halla en el paseo de la Vall d'Hebron, en el lado mar, entre las calles de Berruguete y la avenida del Estatut. No hay fecha precisa para el final de las obras.
- Reforma de la Gran Via. El tramo de la Gran Via entre la calle de Vilamarí y la del Comte de Urgell se encuentra patas arriba y sus laterales prácticamente inutilizados. Estas obras tienen como objetivo reconvertir los paseos centrales de la avenida para su uso peatonal. No obstante, los vecinos afirman que hubieran preferido una solución como la adoptada en esta misma vía entre las plazas de Espanya y Cerdà: ampliación de las aceras y pérdida de los paseos centrales, de escasa utilización. La fecha prevista para el final de estas obras es el mes de febrero del año 2001.
- El cable de la Diagonal. Las obras de la instalación del cable tiene crucificados a los vecinos y usuarios de la Diagonal, una avenida que se halla abierta por este motivo en diversos puntos de su recorrido (al margen de las obras que soporta en su tramo inicial, junto al mar). En estos momentos, las más aparatosas son las que van desde el paseo de Gràcia hasta la calle de Sardenya, bajando por esta vía hasta encontrar la Gran Via de les Corts Catalanes. Los responsables municipales decidieron en su momento que de lunes a viernes se trabaje en los tramos que no afectan a los cruces y en éstos sólo durante los fines de semana para castigar menos al tráfico rodado. La fecha prevista para terminar este tramo es el 30 de noviembre próximo.
- Ronda del Mig. La ronda del Mig es una obra inacabada, aunque sus usuarios empiecen a temerse que es también inacabable. En estos momentos se realizan diversas tareas para completar las medidas de seguridad. A este efecto, cada noche, entre las 24.00 y las 6.00 se restringe el tráfico en uno y otro sentido. Está previsto que se termine definitivamente a mediados del próximo mes de diciembre.
- Ronda Litoral. Los servicios municipales renuevan durante las noches los postes para llamadas de socorro situados a lo largo de la ronda Litoral. Se trabaja de forma alternativa en una u otra dirección, siempre a partir de medianoche y hasta la madrugada, restringiendo el tráfico a un carril.
- Renovación de calles. Además de estas vías, otras de menor densidad se hallan también levantadas, en la mayor parte de los casos para su renovación. Es el caso de la calle de Menorca, en el barrio de La Verneda (Sant Martí de Provençals). En el tramo comprendido entre las calles de Cantabria y la avenida de Prim se está reurbanizando la calle al completo. Esta vía, de gran amplitud, se había convertido en los últimos tiempos en una especie de aparcamiento incontrolado, con coches ambos lados e incluso en su parte central. Se pretende recuperarla para uso de las personas. Fecha final prevista, el próximo marzo.
Calle de Galileo. Se halla cortada en su confluencia con la avenida de Madrid, en el barrio de Sants. Se amplían las aceras y se plantan árboles, como ya se llevó a cabo en el tramo junto a la plaza de Sants.
Paseo de Valldaura, entre la calle de Sant Feliu de Codines y la plaza de Karl Marx. Se trata de la reurbanización de la avenida y tiene previsto su final para el mes de enero de 2001.
Otras obras de reurbanización o instalación de cable no se reseñan porque los afectados son tramos más cortos o que tienen una incidencia escasa en el tráfico.
El conductor aprende
Contra lo que pueda parecer, las restricciones de tráfico que originan las obras no son el mayor enemigo del conductor. Éste aprende a sortearlas y, cuando no puede, utiliza el transporte público. Así ocurrió, por ejemplo, durante los largos meses en que estuvo restringido el acceso a la ciudad por la Gran Via (primero por las obras de los Ferrocarrils de la Generalitat y luego por las de la plaza de Cerdà). Lo que más estorba al tráfico es lo imprevisto, es decir, el coche mal aparcado que bloquea un carril o dos e incluso más. A veces, sin embargo, lo imprevisto es ver la calle despejada. Es el caso de Calvet (lo normal es que sólo quede un carril libre para la circulación), o de determinados tramos de Muntaner (donde se aparca hasta en el carril del transporte público), o de Vallespir (no hay día en que un autobús 54 no quede atascado al no poder girar desde Marqués de Sentmenat), o Provença, inútil para el tráfico. El Ayuntamiento ha empezado a vigilar con guardias las calles con supermercados, pero no ha decidido aún dotar a los autobuses de cámaras fotográficas como ha hecho Londres.
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