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Los argumentos de los contendientes

Éstos eran, según adelantaron en Boston fuentes de la campaña demócrata, los argumentos de Gore en el primer debate: -

La reducción de impuestos que propone Bush amenaza con comerse el superávit presupuestario de EE UU y no dejar un centavo para pagar la deuda nacional y garantizar el futuro del sistema público de pensiones de jubilación.

La propuesta de Bush de conceder cheques a los padres para que envíen a sus hijos a escuelas privadas si las públicas son malas atenta contra las bases de la enseñanza pública.

Bush es defensor de tres viejas industrias impopulares: tabaco, armas y petróleo.

El historial de Bush como gobernador de Tejas puede resumirse en que un cuarto de la población de ese Estado no tiene cobertura médica y la contaminación atmosférica ha alcanzado niveles alarmantes.

EE UU vive un periodo insólito de paz y prosperidad económica y no hay ninguna razón para arriesgarse a concederle la Casa Blanca a alguien con tan poca experiencia en asuntos nacionales e internacionales como Bush.

Por su parte, Bush tenía pensado emplear contra su rival estas ideas:

El Gobierno de Clinton y Gore no ha aprovechado la prosperidad económica para mejorar la enseñanza pública. EE UU vive hoy una recesión educativa.

Los recortes presupuestarios de Clinton y Gore han disminuido la capacidad de reacción de las Fuerzas Armadas. EE UU tiene desplegadas fuerzas de pacificación en demasiadas partes del mundo.

El superávit presupuestario no es un dinero del Gobierno, sino de la gente, y hay que devolvérselo. Las excepciones a esta regla son la enseñanza y la defensa.

Gore tiene poca credibilidad. Se proclamó inventor de Internet, recaudó fondos electorales en un templo budista, se inventó la historia de que las medicinas de su suegra cuestan más que las de su perro y predica contra el sexo y la violencia de Hollywood mientras cosecha sus cheques.

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