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Prodi ataca a los Gobiernos de la Unión Europea y reclama más poder para Bruselas

Romano Prodi saltó ayer finalmente a la arena para defender el papel de la institución que preside desde hace un año. El presidente de la Comisión Europea, acusado reiteradamente de no tener iniciativas, lanzó en el Parlamento Europeo duras críticas a los Gobiernos de los países miembros de la Unión Europea porque la "tendencia inquietante" a que la construcción europea se base en el protagonismo intergubernamental escapa al control de la Eurocámara y corre el riesgo de crear "un Ejecutivo de burócratas".

Fragmentación

Prodi reclamó más poder para la Comisión recuperando el equilibrio entre esta institución, el Consejo y el Parlamento, pero apostó por una alianza con el Legislativo para que Bruselas gane peso frente a los Gobiernos.Para Prodi ha llegado el momento "de abrir un debate sobre el reparto de competencias entre la Unión y los Estados miembros" para evitar ejemplos de "fragmentación", entre los que citó la supuesta disfunción que ha creado el cargo de alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común (ocupado hoy por Javier Solana, míster PESC). "El modelo actual no es sostenible a largo plazo", señaló, y añadió que tal modelo se basó "en una confusión de funciones entre el Consejo y la Comisión", donde existe un comisario encargado de Relaciones Exteriores (Chris Patten).

Escasos progresos

En esa línea argumental, apostó por incorporar esa figura al Ejecutivo comunitario, propuesta que fue recibida con aplausos por buena parte de los eurodiputados, especialmente los del Partido Popular Europeo, pero con evidente malestar en el seno del Consejo.

Para el presidente de la Comisión hay otro ejemplo claro de "fragmentación". "La gestión actual de la política económica proyecta la imagen de una Europa vacilante y confusa", porque el Banco Central Europeo no es "un interlocutor político estable" ni es capaz de adoptar decisiones con rapidez. Pese a ello, Prodi se opuso a la creación de un alto representante para asuntos económicos y monetarios. Fue la respuesta a la tesis de varios países del Eurogrupo (los incorporados al euro), partidarios de establecer ese cargo.La acometida de Prodi, citando ese tipo de ejemplos concretos, había sido anunciada días atrás por sus colaboradores como un intento de éste de poner coto a los ataques que ha recibido por su presunta falta de liderazgo, puesto más de manifiesto por discursos sobre el futuro de la Unión como los pronunciados la pasada primavera por el presidente francés, Jacques Chirac, o el ministro alemán de Asuntos Exteriores, Joschka Fischer. Además, su mensaje llega sólo 10 días antes del consejo informal de Biarritz.

Se refirió también Prodi a que la UE debe estar preparada a comienzos de 2003 para abordar el reto de la ampliación, pero que, si antes no se efectúan las reformas institucionales necesarias, habrá problemas insuperables que podrían llevar a la Unión a "una crisis fatal". Tales reformas debieran incluir, según Bruselas, la posibilidad de que algunos países puedan avanzar más rápidamente que otros en los campos que deseen, pero sin que este mecanismo (denominado "cooperaciones reforzadas") acabe siendo "un instrumento de exclusión".

Michel Barnier, comisario responsable de la reforma institucional, se mostró ayer bastante pesimista ante los escasos progresos de los Quince en las negociaciones de la Conferencia Intergubernamental (CIG) que concluye el próximo diciembre en la cumbre europea de Niza. "No veo que haya por ahora voluntad política suficiente para alcanzar un acuerdo", comentó.Prodi apostó en su discurso de Estrasburgo por mantener el equilibrio entre las tres instituciones comunitarias (Consejo, Comisión y Parlamento) como garantía de la defensa de los valores fundamentales de la UE. Y advirtió de que los avances logrados hasta ahora en la construcción europea corren peligro si se prosigue en un camino de debilitamiento del Colegio de Comisarios.

Sus críticas encontraron el cálido apoyo (más de un minuto de aplausos) de la mayoría de los eurodiputados. Prodi fue hábil al poner gran empeño en buscar la alianza con el Parlamento. Esta institución es "el centro de expresión de nuestra democracia", añadió Prodi. Por contra, señaló que el actual modelo intergubernamental debilita el carácter democrático de la construcción europea y escapa al control de la Eurocámara: "La democracia aparece así como una cuestión reservada exclusivamente a los Estados miembros".

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