_
_
_
_

Trabajar para sentirse bien

La asociación Apnabi abre en Bilbao un taller de formación y empleo para autistas

María José tiene 29 años y le brotan chispas de sus ojos oscuros al hablar de su primer trabajo. Óscar, de 26, a su lado, le mira de soslayo y, con voz queda, le regaña por sus excesos verbales. A Lourdes se le tiñe el rostro de rojo cuando, tímida, revela que anteayer cumplió 37 años, y Beatriz, tras descubrirlo, cuenta risueña que ella tiene 28. Los cuatro son autistas y junto a otros tres jóvenes, que sufren la enfermedad en un grado leve, protagonizan una experiencia novedosa en este colectivo: trabajan en un taller ocho horas diarias y cobran por ello su correspondiente salario."Creemos que es una experiencia pionera en España. Parecía una quimera, pero se ha hecho realidad, y estamos contentos y felices", reconoce emocionado José Luis Gezuraga, presidente de la asociación de padres de afectados de autismo y otras psicosis infantiles de Vizcaya (Apnabi), que el pasado viernes presentó el programa, financiado por el Inem con 70 millones de pesetas.

Sabin Arana, diputado vizcaíno de Empleo y Formación, anunció una ayuda de 25 millones de la institución. Gezuruaga desea transmitir que la experiencia es muy especial para las 250 familias de la asociación y para quienes sufren una psicosis que puede aislarles del mundo.

El taller de empleo Entremanos, para mayores de 25 años, es una pequeña empresa compuesta por 11 personas: dos monitores de apoyo, un formador y un director además de los usuarios. Se encuentra en el barrio San Ignacio de Bilbao y sus promotores sueñan con que pueda desembocar en un centro especial de empleo para insertar en el mercado laboral a personas de esas características. Raquel y Koldo son los dos monitores que, pacientes y profesionales, enseñan al grupo. Con ellos, Aitor, el coordinador. Todos les muestran cómo trabajar con mimo las máquinas y los multicolores cartones y papeles para transformarlos en carpetas, cuadernos, cajas y otros objetos de artesanía que después se venderán en un local o a particulares. "Algunos hacen un cuaderno en tres horas y otros tardan tres días", explican los profesores. María José interviene y dice que depende del día, que a veces es difícil pero que ella lo hace bien y que su familia está muy contenta y le hace encargos. Óscar, escéptico, bromea, se lleva la mano al rostro y susurra "qué cara tienes".

Junto al taller, se han puesto en marcha otros dos: el de empleo de gestores de proyectos de acción social y el de monitores especializados en autismo. El primero está compuesto por diez profesionales, entre ellos abogados, psicólogos y economistas.

Su labor es aprender a planificar y gestionar programas y formar al resto del equipo. El tercero está formado por nueve monitores y pretende la especialización. "Trabajamos y nos sentimos bien", dice María José. Por la mente de Beatriz, antes risueña, cruza de repente un misterio indescifrable y se aleja silenciosa. "Son muy especiales. Sufren cambios de humor", justifica el coordinador.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_