El Papa pide en euskera que acabe la violencia en el País Vasco
El Papa Juan Pablo II expresó ayer públicamente su deseo de que desaparezca definitivamente la violencia terrorista en el País Vasco, de que sean respetados los derechos de todos los ciudadanos y de que no sea derramada más sangre inocente en esa comunidad. El Papa expresó ese deseo, en euskera, durante la homilía de canonización, en el Vaticano, de María Josefa del Corazón de Jesús (Vitoria, 1842-1912), primera mujer vasca ascendida a los altares. María Josefa del Corazón de Jesús fue fundadora en Bilbao de la congregación de las Siervas de Jesús."Que el ejemplo y la intercesión de Santa Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra", dijo el Pontífice, "ayuden al pueblo vasco a desterrar para siempre la violencia, y Euskadi sea una tierra bendita y un lugar de pacífica y fraterna convivencia, donde siempre se respeten los derechos de todas las personas y nunca más se derrame sangre inocente".
Josefa del Corazón de Jesús Sancho de Guerra fue canonizada ayer junto a 120 mártires de la persecución religiosa en China -de ellos, 33 occidentales-, entre los que se encontraban dominicos españoles procedentes de Palencia, Tarragona, Granada, Teruel y Sevilla. En la ceremonia, que se desarrolló bajo una lluvia torrencial y terminó a pleno sol, estuvieron presentes varios representantes de las instituciones vascas, encabezados por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, acompañado de su esposa, Begoña Arregi. Asimismo, asistieron el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, el ex presidente de la Comunidad Autónoma vasca José Antonio Ardanza; el diputado general de Vizcaya, Josu Bergara, y el alcalde de Bilbao, Iñaki Azkuna. El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, instó ayer a Mayor a que explique por qué incluyó al presidente del PP en Euskadi, Carlos Iturgaiz, en la delegación institucional. Anasagasti dijo que Mayor "carece del respeto institucional mínimo" porque Iturgaiz es un "parlamentario sin representación de ningún tipo en el acto".
La delegación vasca restó importancia a la prohibición impuesta por la Santa Sede a Radio Vaticano para realizar una entrevista a Ibarretxe por no considerarla "conveniente".
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