Los socialistas propondrán un pacto contra ETA en su moción de censura a Ibarretxe

El secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE), Nicolás Redondo Terreros, ofrecerá un pacto contra ETA, recogido en cuatro puntos, en la moción de censura contra el lehendakari, Juan José Ibarretxe, que se debate el jueves. Redondo pretende que su moción de censura sea "constructiva" y marque la "autonomía" del PSOE respecto del PP. En su opinión, la gobernabilidad de Euskadi no debe confundirse con el plan de paz, pues éste "tiene que comprometer a todos los partidos democráticos y debe ir mucho más allá que un pacto de Gobierno limitado en el tiempo".

El líder del PSE adelantó ayer a EL PAÍS que propondrá a su partido que vote también a favor de la moción de censura presentada por el PP vasco, aunque la decisión definitiva se adoptará entre hoy y mañana en sendas reuniones de la Ejecutiva y el grupo parlamentario. El portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, advirtió ayer de que "la ciudadanía no entendería" que los socialistas no apoyaran a los populares, con los que coinciden en la necesidad de que Ibarretxe disuelva el Parlamento y convoque elecciones.Redondo estima que la paz ha sufrido un "grave retroceso" en los últimos cuatro años por la descomposición del Pacto de Ajuria Enea y la firma del de Lizarra. "Es necesario como condición previa aplicar a Euskadi el espíritu unitario de la transición democrática", asegura.

El primer punto de su pacto es considerar la lucha contra ETA como cuestión de Estado. Eso significa que gobierne quien gobierne en España o en Euskadi debe defender los mismos principios y, en particular, el de que la paz no tiene precio político. Sólo así, opina, se logrará que "ETA desista de usar la violencia como instrumento para sus reclamaciones políticas".

También debe excluirse el problema del terrorismo del "mercado electoral" y evitar que éste "marque la agenda política", ya que "inevitablemente marca, con sus atentados, la vida social".

La coordinación policial entre los Gobiernos central y vasco, "ahora muy débil por no decir inexistente", según Redondo, es el segundo punto del plan. "Hay que terminar con la deslegitimación de la acción policial, sobre todo de la Ertzaintza", afirma el líder socialista, quien rechaza la idea, repetida por el PNV, de que "la vía policial no es la solución". "La gran verdad es que sin actividad policial sí que no hay solución", replica.

La recuperación de la unidad de los partidos democráticos contra ETA, basada en el respeto a las reglas de juego, es el tercer punto del pacto. El objetivo de la unidad, sostiene Redondo, es "evitar que ETA se legitime por la proclamación del nacionalismo democrático de metas políticas comunes con la banda". También se trata de "recuperar la legitimidad de las instituciones autonómicas" que el PNV y EA han considerado como "instrumentos para metas superiores e incluso un obstáculo para ellas".

Dicha unidad no pasa necesariamente por reasumir el Pacto de Ajuria Enea, pero sí una de sus bases: no habrá diálogo con ETA hasta el cese definitivo del terrorismo. "Es absurdo plantear mesas de partidos cuando el horizonte de ETA es matar. Se trata de aislarla", dice Redondo.

"El gran problema de la lucha antiterrorista", concluye, "es que, si se da un paso inoportuno, se retroceden muchos más de dos".